LA AMIGA DE MAMI 2 - Relatos Eróticos

LA AMIGA DE MAMI 2

... cuando me cogían los grandulones como vos! ¡Jajaja!
	Nos besamos… Seguí con la blusa. La saqué y besé su vientre, su pechuguita…, las tetas sobre el corpiño… 
-¡Ay papi, sacámelo! 
La besé nuevamente en la boca. Nuestras lenguas se encontraron por primera vez… ¡hoy! Puse mis manos a su espalda y desabroché el corpiño, teniendo su lengua enroscada con la mía. La prenda fue a hacer compañía al corbatín y la blusa sobre el sillón. Besé todo el torso, tetas y pezones, y fui a su espalda. Todo lo libre de su cuerpo, sobre la cintura, fue campo para mi lengua. Mientras besaba, desprendí la pollerita, que cayó a sus pies. Clara los levantó y quedo libre de ella. No había tocado la tanga. Me agaché y besé sus pies, sus tobillos, subí recorriendo las esculturales columnas de ambas piernas hasta el interior de los muslos.
-¡Papi, papi! ¡Me chorrean los fluidos! ¡Dios, que lindo que es esto!
Efectivamente, cuando fui con mi boca a sus muslos, pasando por sobre el sexo cubierto por la tela, estaba totalmente mojada. Sorbí la tanga. ¡La gloria del sabor y humedad! La di vuelta y fui a sus glúteos. Una y otra, otra y una, metiendo la lengua bajo la tela…, recorriendo el terciopelo de sus nalgas.
-¡Dioooooos!!!! – Clara se dio vuelta y me apretó la cabeza contra ella, sobre el sexo, estremeciéndose. - ¡Qué locura! ¡Me hiciste acabar! ¡Sos tremendo! ¡No hay manera de resistirse con vos!
Mantuve la “calma”…, y bajé despacito la tanguita poco a poco, con mis dientes… Ella giraba para ...

... que bajara parejo y sin problemas. Cuando quedaron librados sus glúteos y su ingle…, volví a besar adelante y atrás, todo…, todo. Mi lengua llegó hasta el ano… Clara separaba las nalgas para que me fuera más fácil. La giré… ¡Al fin! Fui al sexo, cálido, húmedo, palpitante… Lo lamí sin profundizar. Fui nuevamente a la ingle, lamiendo y besando los muslos. Volví a los labios externos. 
-¡Papi! ¡Papi! ¡No doy más! - Y Clara me abrió el cofre de los tesoros. 
Allí estaban…, rojos, húmedos y palpitante, los pliegues de los labios interiores. Los recorrí desde el clítoris al perineo, sin tocar el descapullado botoncito. Metí mi acanalada lengua en lo profundo, recorriéndola en todo su perímetro, de arriba abajo, de derecha a izquierda. 
-¡Dios papitooooo!!! - ¡Otro orgasmo! ¡Esto era genial! Tragué todo lo que pude. - ¡Por favor Dani no me hagás sufrir por favor! ¡Metémela!
Yo seguí impasible. Ahora sí fui al clítoris. Lo apreté con los labios y tiré hasta que no dio para más, y lo solté. Volví a tirar y soltar… El estremecimiento de Clara fue casi epiléptico. ¡La descarga fue apoteósica! ¡Me quedé sin respirar! 
Clara tenía razón: ¡era hora de meterla! Pero tenía ganas de algunos jueguitos antes…, pero traté de complacer a Clarita. ¡Ella se lo merecía! ¡Iba a dejar que eligiera! ¡Quería hacerla lo más feliz posible!
Se acostó boca arriba, llevando las piernas a sus tetas. Me arrodillé entre ellas y llevé la pija a la entrada de la concha… ¡Pero no se la metería tan pronto! ...