MAMÁ TIENE EXPERIENCIA 2 - Relatos Eróticos

MAMÁ TIENE EXPERIENCIA 2

... si me puse o me puso, levantó mis piernas, ahora sí, tomándola de los tobillos, y puso su cabeza entre ellas, y me besaba, me chupaba… ¡lamía todo tan lindo! Yo tenía la conchita llena de su lechita y de mis jugos. Me chupaba el clítoris y acabé dos veces más. ¡Estaba en la gloria total! Bueno…, yo creía que era pis, pero Carlos me dijo que eran los juguitos que yo largaba por lo mucho que me gustaba lo que hacíamos. Luego, más adelante, me explicó que así como los varones eyaculan semen, las mujeres acabamos con fluidos. A veces junto con la orina…, casi siempre…, pero siempre es rico para los hombres chuparlos y tragarlos. Carlos me lo dijo…, no sé si era cierto, o me lo decía para complacerme, pero me decía que era lo más rico que jamás había probado. No sé sí lo decía para demostrarme que tenía mucha experiencia, pero todo eso lo pensé en otro momento. En ese momento todo me parecía hermoso y perfecto. ¡Nunca imaginé que el sexo sería tan hermoso! ¡Nunca me olvidé de eso! ¡Jamás!
-¿En los años siguientes lo hacías solamente con Carlos?
-¡Nooo! En el secundario me “bajé” prácticamente a todos los chicos…, sobre todo a los de los últimos años. No había un recreo en los que yo no estaba en el baño con algunos de los chicos…, a veces con varios…
-¿Todos juntos?
-Noooo… Esperaban afuera. Cuando salía uno, entraba el otro…
-¿Todos te acababan dentro?
-Depende. Cuando sospechaba que estaría fértil, les hacía acabar afuera…, y si había alguno que me gustara mucho, le hacía ...

... acabar en mi boca y lo tragaba. Así…, de esa manera, durante los primeros meses del secundario aprendí a conocer a los más sabrosos… ¡jajaja! Y también me “volteé” a varios profesores, no por notas, sino porque me gustaban…, pero no en la escuela. Lo hacíamos en casas…, de solteros…, cuando se podía… Allí estábamos un par de horas haciendo de todo. ¡La cosa es que cuando tenía 17, yo era una experta en el sexo! ¡Jajaja!
-¿Y luego? ¿Cómo fue la cosa?
-¡Jajaja! ¡Qué curioso!
-¿A Carlos no le importaba tu culito?

“¡Síííí! ¡Claro! Luego de la tercera o cuarta cogida, un día, que estábamos en su casa, me había hecho poner en cuatro, como perrita, y cuando me la tenía toda enterrada en la conchita, sentí que me escupía en el ano…, bueno…, pensé que era eso, saliva…, me acarició con los dedos y repartió la saliva. Luego sentí como metía un dedo despacito, muy despacito, siempre mandándome saliva… También tomaba con los dedos los juguitos que yo largaba cada vez que él me la metía, y me los pasaba por el culito, por el agujerito, muy suave…, muy suave…” 
Yo sentía una leve molestia, pero no me desagradaba… Además, me estaba bombeando, con la pija en la concha, y eso me gustaba mucho. No le daba importancia a los dedos en el culo. Me gustaba más sentir la pija dentro mío que la molestia del dedo en el hoyito.
Luego me metió otro dedo, por lo menos eso me pareció, y me besó en la espalda… ¡y me olvidé de los dedos en el culo! Me los movía hacia adentro…, afuera, como lo hacía ...