1. Inmigrante (07)


    Fecha: 10/09/2018, Categorías: Confesiones Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... terminó, le ordené que me hiciese una mamada hasta ponérmela bien dura. Cuando lo consiguió, me acosté en el centro de la cama, con la espalda ligeramente incorporada, y la hice ponerse larga, al cruzado sobre mi pelvis, y metiéndose la polla en el coño.
    
    Resultó algo complicado, pero al final consiguió colocarse
    
    Con una mano acaricié su espalda y con la otra su culo. En su espalda iba de su cuello a los riñones y desde el costado de un pecho hasta el otro. En su culo iba de un cachete a otro y bajaba con el dedo entre ellos para acariciar su ano.
    
    Ella movía su pelvis en respuesta a mis caricias, haciéndole sentir el movimiento de mi polla en su coño entrando y saliendo, por lo que acentuaba esos movimientos. Entonces yo le propinaba unas cuantas palmadas en su culo hasta que se calmaba, y vuelta a empezar.
    
    Llevábamos como un cuarto de hora con este juego, cuando sonó mi teléfono, que por suerte siempre dejaba en la mesita de noche, y como estaba en el lado de Marta, le dije que me lo pasase.
    
    Era Marisa, que estaba junto con Sonia en el portal y preguntaba si podían subir para hablar. Le dije que podían e informé a Marta.
    
    -Son tus amigas, que vienen a hablar.
    
    -¡Pero ahora no es posible!
    
    -¿Por qué no lo es?
    
    -¡Porque no hemos terminado!
    
    -Bueno, pues terminaremos mientras hablamos.
    
    -¡Pero me van a ver así!
    
    -Y qué más te da. Además, seguro que les has informado de que venías ¿Verdad?
    
    -Si
    
    -Pues ahora te atienes a las ...
    ... consecuencias.
    
    No hablamos más porque en ese momento entraron las otras.
    
    Tomad cada una, una silla del salón y sentaos junto a la cama.
    
    -¿Y no podemos meternos en ella contigo? –Dijo Marisa.
    
    -No. Vosotras habéis venido a hablar.
    
    Seguí acariciando el culo y la espalda de Marta y dándole alguna palmada en el culo para estimularla, ya que la presencia de sus amigas la tenía bastante cortada y no disfrutaba.
    
    Sin dejar de hacerlo, abrí la conversación en general, preguntando qué pensaban hacer con sus maridos, Marisa y Sonia dijeron que divorciarse inmediatamente, Marta solamente gimió como consecuencia de mi palmada en el culo.
    
    -No debéis precipitaros. Ahora no tenéis pruebas y os quedaríais en la calle. Primero tenéis que hablar con un abogado y ponerles un investigador privado para que os facilite las pruebas. Deberían ser lo bastante fuertes para que los comprometan en sus empleos…
    
    No había dejado de trabajarme a Marta, que entre palmadas y movimientos había alcanzado tal nivel de excitación que se corrió interrumpiendo mi perorata.
    
    -Mmmmm. Me corrooo. Siiiii. Me corroooo.
    
    Un par de palmadas en el culo y la orden de no decir nada si no era sobre el tema, convirtieron sus gemidos en fuertes soplidos al alcanzar un nuevo orgasmo.
    
    Mientras seguía con el tratamiento, continué hablando con ellas que, al llevar faldas ambas, se habían quitado las bragas y se estaban masturbando, convirtiendo la conversación en una serie de palabras separadas por suspiros, gemidos, ...
«1...345...9»