Mi mejor amigo - Relatos Eróticos

Mi mejor amigo

... evitar gemir, eso fue como un permiso donde sus manos lentamente comenzaron a viajar a mi vagina. Al tocarla por sobre mi ropa interior, pudo comprobar de inmediato lo húmeda que estaba. Me quito las bragas y dejó expuesto mi sexto ante el, observa detenidamente y se acerca a él, comienza a lamer, chupar, tocar, masajes de forma rítmica, no puedo evitar el enorme placer que me provoca así que gimo más. Introduce sus dedos en mi, sus dedos largos y gruesos, intento escapar para evitar sentir el órganos tan rápido y no lo consigo. Así que me corro, con sus dedos en mi interior y su lengua en mi clitoris. Entonces me dice - si te fuiste así con mis manos, imagínate con mi miembro. Lo cual me encendió aún más. Tomé su pene con mi mano, y comencé a masturbarlo, era grueso, de unos 18 cm, y comencé a mamarlo, lamiendo su glande, llevándolo hasta el fondo de mi garganta, cambiaba el ritmo, chupe su cabeza, lamia el largo de su pena y volvía a meterlo en mi boca, hasta que comenzó a palpitar y me pidió que me detuviera. - Espera, no quiero acabar tan rápido. Déjame disfrutarte. Entonces nos besamos nuevamente y me llevo al sillón táctico, una vez cómodos, comenzó a penetrarme suavemente, al llegar al fondo, escapo un quejido de sus labios, hicimos muchas posturas, tuve 2 orgasmos en ese lapso, hasta que ya noto mi cansancio. Entonces saco su pene de mi vagina, me acomodo en posición con el cubo al aire y acariciando mi ano, utilizando los líquidos de mi interior comenzó a dilatarlo suavemente, hasta que metió su pene en el. Sentí como me abría y me llenaba, mientras me daba palmadas, el placer era tan grande que ya no podía aguantar. La sensación de un nuevo orgasmo acrecentada, entonces su vaivén comenzó a acelerar, entonces mientras el orgasmo comenzaba a crecer, sentía su pene palpitar dentro de mí recto, hasta que nos corrimos juntos dejando todo mi interior con su semen. 
Ese día fue el último que nos vimos, pero el más inolvidable de todos.