La bella señora en la casa de playa (sexo tropical) - Relatos Eróticos

La bella señora en la casa de playa (sexo tropical)

... saboreaba.  Me encanta el sexo oral, por eso a pesar de que ella ya se había venido, seguí chupando su sexo y metiendo mis manos debajo de sus nalgas la levanté un poco para tener acceso a su ojete de culo, mi boca lo alcanzó y comencé a mamar y lamer su orto, increíble, pero Cris se retorcía de placer en el sofá, estaba gozando a plenitud esa chupada de culito que yo le daba.  Al rato le metí un dedo en su rajita, con todo cuidado, no quería romper esa atmósfera actual, donde ella gemía casi descontroladamente.  Le doblé las rodillas, para insertar mi dedo medio, lo meti todo en su vagina y luego me puse a metérselo y sacárselo repetidamente, mientras le chupaba el culo a lenguetazos, incrusté un segundo dedo al ver que ella seguía gozando y ahora la masturbaba con dos dedos, los movía adentro de su rajita, adentro estaba muy mojado y caliente, Entonces ella me tomó de los cabellos y emitió un quejido que gracias a dios no fue oído por nadie, porque no había gente en las demás casas.  Era increible, un segundo orgasmo de Cris y ni siquiera habíamos llegado a la penetración.  Pero no la hice esperar, me quité de inmediato mi pantaloncillo y mi camiseta, me metí entre sus piernas y poniéndole mi verga en su rajita, la penetré, ella inmediatamente me jaló para que nos besáramos mientras yo comenzaba a bombear mi verga dentro de ella, primero suave y lentamente, pero poco a poco iba aumentando la fuerza de mi bombeos, se la metía bien profundo, su raja no era estrechita, pero si ...

... jugosa y muy caliente.  Le pistonié más rápido, bajé a sus tetas para mamarlas, yo ya no aguanté más y comencé gemir y a disparar varios latigazos de esperma, ella me arañó la espalda y se prendió de mi, me mordió el hombro y confieso que sentí cuando ella eyaculaba, nunca había sentido tal cosa, sentí ese calorcito en mi verga y las contracciones de su vagina. Gemimos y jadeamos juntos, fue algo memorable.

Yo me quité de encima, mi verga salió chorreada de mis esperma con los jugos de Cris.  Estabamos sumamente sudados.  Entonces fue ella quien estando desnuda se levantó me tomó de la mano y me dijo -qué calor, vamos a darnos un remojón en la alberca-, nos fuimos y saltamos juntos, lo caliente de nuestro cuerpo y el agua fresca, me hizo gritar al entrar.  Ya allí dentro nos abrazamos y seguimos besándonos, ella me dijo -estuvo magnifico lo que hicimos en la casa-.  Yo la abrazaba y le apretaba las nalgas y sus senos.  -lindo, eres cosa seria-, me dijo.  Mi verga aún estaba de pie.  Ella me la acariciaba y me dijo, -ohh como estas Beto!-.  Salímos de la alberca y de la mano me llevó a su recamara.  Velas alrededor de su cama, ella ya lo tenía bien planeado.  Se subió a la cama, se puso de rodillas sobre ella y estando yo de pie me comenzó a dar una nueva mamada, ahora más lento todo, ella lamiendo y chupando mi verga.  Siempre me lamió y chupó los huevos, esto hizo que mi verga se pusiera durisima.  Entonces ella me dijo -acuestate Beto!-, me puse en la cama boca arriba y ...