Relatos eróticos esposos cómplices cap 32 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 32

... papá le dijo que eran putas que las contrataba por un día o venían por pagarle algún favor y que su hijo les daba un polvo y el también  y después de almuerzo les daba por el culo y el también, luego se retiraban dejando a la señora que lo cuida toda semana. Con ella mi hijo no necesitaba esforzarse por qué les entraba más fácilmente, obligado tenía que usar condón para evitar algún contagio, tampoco aceptaban besos ni mordisco es en el cuerpo. Con usted ha Sido algo diferente por eso lo he visto más feliz y les a agradezco infinitamente ahora sí no estuviera en condiciones de atenderme a mi lo entiendo.

No señor dijo mi señora, no es eso sino quiero que comprenda que las pingas de uds son enormes y no quisiera irme sin probar también la de ud. Pero necesito descansar un rato para reponerme y que mi concha y mi culo gozen también de su pinga.

Acto seguido mi señora le sacó la pinga al papá y entre halagos y temores le daba una mamada de infarto que a veces tocia al atorarse , se sacó el pantalón para poder chuparle los huevos que eran más grandes que los de su hijo. Yo les dije que mejor era ir a la cama y mi señora lo jalo al papá de la pinga llevándolo para comparar con la pinga del hijo . Uff Udble gana le dijo y el papá sonrió. Seguido mi señora le dijo uds son de una familia de pingones. P : si señora tengo tres hermanos y de los cuatro soy el que está en el tercer puesto S : sería lindo ver a los cuatro hermanos calatos . Viven con UD ? P :  no, pero la pasamos ...

... acá el último sábado de cada mes. S : da gusto que la familia siempre esté unida.

Mi señora ya estaba calentona y los dos calatos en la cama metían mano por todo lado hasta que el 69 que hicieron me paró la pinga al máximo. El estaba mirando hacia arriba y mi señora encima, el metía lengua a su conchita y ella se esforzaba para chuparle la pinga y los huevos. Era una escena para un cuadro una mujer blanquita delgada y chiquita encima de un negro enorme tratando de devorarse entre los dos.

Después de quince minutos el estaba encima besando en la boca a mi señora tratando de colocarle la pinga en su conchita, hasta que lo logró pero fué metiendo de a pocos calculando la lubricación de mi señora, así fué que entre quejidos ahogados por tener la boca ocupada aguantaba la introducción de semejante pinga hasta que logró tenerla al fondo y con movimientos muy bien acompañados y teniendo el cuerpo apresado por las piernas y las manos de mi señora en quince minutos de cambio de colores de su cara, con un grito de ambos anunciaban el desahogo total de la semana de esa semejante pinga que al retirarse dejaba en el camino gotas de leche rezagadas que ya no pudieron ser alojadas en la conchita.

El papá le dió un semejante beso en la boca y se fué a bañar con la pinga semi muerta.

Abraze a mi señora que estaba exhausta diciéndome lo feliz que estaba y me lo agradecía. También me preguntó con bastante cautela y sin molestarme si podría ser parte de la reunión con los hermanos. La ...