LA TÍA SIGUE SIENDO CURIOSA 2 - Relatos Eróticos

LA TÍA SIGUE SIENDO CURIOSA 2

... a su compás. Ambos gemíamos y suspirábamos al ritmo de los cuerpos. Sentía perfectamente el roce en la vulva. Durante unos cinco minutos nos rozamos, besamos, ensartamos… Todo perfecto…
-¡Ayayay! ¡Papiiii! ¡Ay! ¡Me viene! ¡Sisi así! ¡Assssíííí! 
Laura se estremeció, y sentí la humedad en la ingle.
-¡Buena acabada, mi amor!
-¡Cómo vos te merecés! ¡Tener tu pija dentro es maravilloso! ¡Siii! Vos… tené cuidado…
-No te preocupés. Todavía me falta… Levantate despacito. – Estiré las piernas. - Sentate de espaldas y estirá las piernas hacia atrás mío. Apoyate con las manos en mis piernas.
La tomé de los hombros. Ella está inclinada hacia adelante, hacia mis piernas, donde se apoya. Me sostengo de Laura y ella de mí. Se movía hacia adelante…, hacia atrás, refregándose en mi ingle. La pija entraba y salía…
-¡Otra! ¡Otra! ¡Acaboooo! – Laurita en un nuevo orgasmo. - ¡Dios! ¡Papi! ¿Viste? ¡Ahora acabo más seguido! ¡Tengo tantas ganas! 
-¡Jajaja! ¡Dos semanas de abstinencia! ¡Con las nenas voy a tener que coger no más de una vez por mes!
-¡Si! ¡Claro! 
	Me acosté boca arriba atravesando la cama.
-Vení, tesoro. Subite…
-¿A cabalgar?
-No, no. Sentate sobre mi cara. Te la quiero chupar…, ahora que la tenés bien mojadita… 
-¡Si! ¡Dale, dale! ¡Extrañaba tu lamida! ¡La conchita se me frunce sola al pensar en tu lengua!
-¡Jajaja! ¡Fijate en el espejo!
-¡Divino!
Luego de dos hermosos orgasmos…
-Acostate boca abajo.
-¿Así?
-Sí, muy bien. Levantá el culito. 
Le separé los ...

... glúteos con las manos y le embarduné bien el ojete con lengua y saliva. Le clavé el glande y fui empujando despacito. Me tiré sobre su espalda. Le besé el cuello mientras bombeaba.
-Ahora sí mi amor. ¡Te voy a llenar hasta las tripas!
-¡Siii! ¡Qué lindo! ¡Cómo me gusta!
-¡Vaaa nena! ¡Vaaaa!
-¡Así! ¡Siiii! ¡Yo también!
	Me quedé un rato acostado sobre ella, pero apoyándome en las manos para no pesarle tanto.
-¡Papito! ¡Mi amor! ¡Qué lindo es sentirte así, sobre mí! ¡Sos todo mío! ¡Siento como te vas aflojando poquito a poco…!
	Cuando la sentí fláccida, la fui retirando despacito. Laurita se retuvo un momento y luego fue expulsando el semen. Con sus dedos recogía lo que podía y se los llevaba a la boca.
-No te preocupes tesoro. Luego te acabo en la boca de nuevo…
-¡Ya sé! ¡Pero no quiero desperdiciar nada! ¡Jajaja!
	Cuando Laura terminó de expulsar el semen nos acostamos, bien juntitos, como siempre.
-Ahora podés continuar ¡Jajaja! – ¡La felicidad de Laurita es la mía! 
	Continué con el relato.

	“Hice cálculos de edad… Sí la hija tiene 33, Victoria fue mamá cuando era casi una niña…, o tiene varios años más de los que yo creo… Esto plantea dos situaciones; me trata como si fuera un “nene”…, y a mí me recalentó tener a mano… una “madura” que está buenísima… ¡Nunca me tocó algo así! Y efectivamente nos encontramos el siguiente jueves…, pero con toda alevosía fui bastante más temprano. Ella no había llegado. Apareció algunos minutos más tarde. Sonrió cuando me vio, vino ...