LA TÍA SIGUE SIENDO CURIOSA 2 - Relatos Eróticos

LA TÍA SIGUE SIENDO CURIOSA 2

... al “muchísimo gusto”. «Encantada ingeniero… Soy Victoria Woolf, profesora de metodología… Y soy “Victoria”…, no “Virginia”, porque a muchos mi apellido los lleva al nombre de la gran escritora… Muchos se confunden… ¡Ja!» «No sé por qué… Usted es mucho más hermosa… que Virginia.» ¡Me tiré a la pileta! «¡Jaja! ¡Qué galante! ¡Muy joven para serlo tanto!» ¿Me estaría diciendo que deje de tirarme el lance? Además… ¿cómo sabe que soy ingeniero? Me contestó sin yo preguntar: «Y sé que es ingeniero porque me lo dijo un alumno…, a quien usted le preguntó quién era yo… ¡Ja!» La tercera vez que reía… ¿Se estaba burlando? «¡Uy profesora! Perdóneme la falta de discreción. Lo último que quiero es molestarla…» «¡Jajaja! De ninguna manera lo perdonaré. ¡Me encantó su falta de discreción!» No sabía qué hacer. Nunca me había visto en esa situación… ¡tratar de hacerme el canchero con una veterana y que ésta me “sobre”! «¡Que un joven como usted tenga algún tipo de interés por mí me halaga…! Para que no se inquiete por mi…, mi hija mayor tiene 33 años… ¡Jajaja! ¡Mire si no voy a estar halagada!» «Le agradezco muchísimo su amabilidad. ¡Nunca lo hubiera creído!» «¿Porque todos dicen que soy antipática y no le llevo el apunte a nadie? Si nos encontramos el próximo jueves le contaré por qué… Ahora tengo que ir a clase…, y a partir de ahora soy “Victoria” para usted… no “Virginia”… ¡Jaja!» «¡Si, si! Prof… “Victoria”…» En este momento ocurrió algo notable. Cuando Victoria se levantó fue a recoger un ...

... tapado que estaba en un perchero. ¡Dios! La pollera no le tapaba la mitad del muslo… ¡y el culo se veía esplendoroso! Cuando se puso la prenda, ésta sí casi llegaba a los tobillos…, y volvía a ser la recatada profesora. No me cabían dudas: ¡se había preparado para coger! Recogió sus cosas de la mesa, el portafolio, la cartera y el mantón. ¡Todo cubierto! Cuando se retiró giré la cabeza. ¡Todos me estaban mirando! ¡No tenía agua la pileta! ¡Y Victoria me estaba invitando a encontrarnos el próximo jueves!”   

-¡Yo estoy desnuda… y preparada para coger! – ¡Laura pegó el grito!
-Haremos lo posible…
-¡Turro! ¡Me imagino que ya querías voltearte a la profe Victoria! ¡Jajaja!
	Nos abrazamos y acariciamos. No nos quedaba mucho para innovar. Creo que habíamos probado todas las posturas del kamasutra…, excepto las acrobáticas. ¡Ya no estaba para eso!
	Me senté en la cama, apoyándome en los brazos hacia atrás. 
	Laurita se acostó boca abajo, entre mis piernas. Una cómoda posición para mamarla. En pocos minutos la tuve dura, muy dura… Laura no necesita indicación alguna. Se sentó a horcajadas sobre mí, apoyando las rodillas, con los pies hacia atrás. Guió la pija a la concha. 
-No te olvidés que no tenés que acabar dentro…
-No te preocupés. Cogé tranquila. Lo tengo presente.
	Se ensartó perfectamente. Agachando un poco mi cabeza puedo chuparle los pezones. Ella se apoyó en sus propios pies. Con sus brazos puede levantarse un poco, haciendo el mete y saca. Yo levanto las caderas ...