LA TÍA SIGUE SIENDO CURIOSA 2 - Relatos Eróticos

LA TÍA SIGUE SIENDO CURIOSA 2

... compartía con mis socios estaba muy bien “equipada” en un lugar muy discreto…

	“No hice ningún comentario en el tiempo que la profesora permaneció frente a mí. No quería que me considerada un mequetrefe inoportuno. Cuando se levantó, me saludó bastante más amablemente que cuando llegué. Tal vez consideró positivo que no la haya interrumpido en ningún momento. Ese día era un jueves. Me hice el propósito de ir el próximo jueves, para ver si era una costumbre de su parte, pues seguramente ese sería el día que tendría el tiempo para hacerlo. Así que el jueves siguiente estaba allí…, y la profe estaba en el mismo lugar…, y por suerte el lugar frente a ella estaba libre. Saludé, por supuesto, y en esta oportunidad levantó la vista y me devolvió el saludo, -“buenas noches”-, en forma más amable. Bueno, pensé yo, por lo menos parece que me gané el saludo. Tampoco la interrumpí en ningún momento. Pasaron dos jueves más y… no sé si me pareció a mí o era pura suposición, no solamente su amabilidad iba en aumento…, sino también su look había cambiado… para mejor. Si bien siempre la había visto muy sobria y elegante…, ahora seguía siendo elegante. Pero no tan “sobria”; se había maquillado más explícitamente, resaltando sus ojos, sus pómulos y sus labios… Su vestimenta era de primera calidad, pero mucho más “audaz” de lo que yo consideraba para una señora de unos cuarenta y pico. Sucede que noté que junto a ella había un pañuelo o bufanda o algo por el estilo…, como mantón, tal vez. Lo ...

... tenía sobre un portafolio nuevo y más llamativo que los anteriores…, y el vestido era no solo de hermoso corte…, color violeta, sino de amplio y generoso escote, cuadrado, al estilo de las damas del siglo XVIII…, que tenían la particularidad que dejaban ver el inicio de los globos de las tetas…, como los habrás visto en alguna película… ¡Claro! El mantón era para cubrirse cuando saliera de la biblio y fuera al aula. ¿Tendría una cita? ¡Y a mí que me importaba! Eso pensé para convencerme…, pero es que estaba buenísima…, y eso que no le vi las piernas. Seguiría con esas polleras que llegaban casi al tobillo… ¿o sería más corta? Todo eso lo vi y lo pensé en dos segundos, pero no dije nada, además del cordial saludo que  intercambiábamos… ¡pero quedé impactado! ¡Qué hermosa es esa mujer! ¡Los tipos que habrá tirado a la cuneta veinte años atrás!” 
“Luego de una media hora o más, de estar enfrascado en la lectura… - hacía rato que yo había concluido mi investigación como docente…- la profe levantó la cabeza: «Ingeniero…, parece que su tema también es complicado…» ¡Casi me caigo de culo! La profe se dio cuenta de mi sorpresa y sonrió. ¡Sonrió! «Si señora profesora… El tema de los “ensayos no destructivos” es bastante complejo porque todos los días aparecen instrumentos electrónicos nuevos que hay que aplicar…, pero antes…, saberlos usar…» Sonrió, como aceptando la explicación. «Perdóneme señora profesora… No me presenté; soy Daniel Sovrano…, muchísimo gusto…» Y di especial énfasis ...