1. Lo que aprendí en un putero: Unas clasecitas para coger


    Fecha: 26/07/2017, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Elzita Zorrita, Fuente: CuentoRelatos

    ... salimos a tomar un café y platicar de la experiencia.
    
    -¡Que experiencia! ¡Sorpresiva! y diferente de todo lo que esperaba... No sé que me pasó... No me lo imaginaba... Dijo medio como compungida.
    
    Con mucho cariño y me abrazo diciéndome:
    
    - No te pongas triste, fue una muy buena experiencia, muy interesante.
    
    -Es que me siento mal, muy mal... ¿qué piensas ahora de mí? ¿Que soy una... de esas?
    
    -No amorcito, de ninguna manera... al contrario, te siento más cerca que nunca.
    
    Ahora tenemos un secreto solo nuestro. De nadie más. Y no te veo como zorra, al contrario, te veo más mujer, mi mujer.
    
    Después de un rato y más abrazos, cambie de expresión y comente:
    
    -No sé qué me pasó, como me fui dejando llevar y cómo fue que terminé en la cama. ¿Me lo imaginé o ellos me...?
    
    -Si cariño, arriba, primero arriba te cogí por el culo, y te metí un tremendo consolador por la buchaca. Y la Juana te acarició y te manoseó. Abajo primero te cogí yo y en seguida te chingaron dos de esos cabrones, con todos viéndote... Y quizás arriba alguien más... no sé...
    
    -¡Qué vergüenza...! dijo riéndose... ¿Y me vieron todo?
    
    -Siiii... ¡no solo encuerada, sino también dando las nalgas...! Y en un putero… ¡Ya eres una zorra de verdad! Con la práctica que has tenido, abriste las piernas como las otras putas ¡Ahora ya solo te falta el diploma!
    
    -Jajajaja. ¿Tú crees?
    
    -Sí, yo soy tu padrote, los amigos fueron tu ensayo y práctica y los cabrones de hoy los testigos. Hoy te graduaste de puta con mención honorífica.
    
    Nos reímos sabiendo que era un nuevo nivel, otro patamar, estaba contenta, que no me había incomodado... Y muy probablemente lo repetiría... porque me había gustado...
    
    A partir de ese día, nuestras relaciones fueron mucho mejores, más variadas e interesantes.
    
    Un tiempo después, me sugirió regresar con la madrota para “saludarla” ... solo respondí: ¿Cuando?
    
    Pero eso... es otra historia...
«12345»