1. Lo que aprendí en un putero: Unas clasecitas para coger


    Fecha: 26/07/2017, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Elzita Zorrita, Fuente: CuentoRelatos

    ... sí
    
    -¿Has mamado?
    
    -Sí, casi siempre que estoy con él... Bueno… y a los amigos también…
    
    -¿Y ya te la metieron por atrás?
    
    - Si a él varias veces… y los amigos también, aquellas veces.
    
    -¿Te gustó?
    
    -No sé... sí, creo que sí
    
    -Bueno, vamos a comenzar por lo básico. Déjame verte, ponte de pie. Gira... súbete el vestido, déjame ver las piernas. Gira. Ábrete la blusa…
    
    A seguir por un monitor nos mostró varias de las puchachas, detallando las ropas, el maquillaje y el comportamiento. Después en otra pantalla donde se veía una pareja cogiendo, con él encima. Sentí claramente cómo me iba calentando. Y así terminó la primera clase, sonrojada, sudorosa y con una expresión extraña que ya me conocía: de perra en celo.
    
    Salimos y claro que nos fuimos directo a un motel para practicar lo que habíamos visto y oído.
    
    Segunda visita.
    
    Seguimos practicando y unos días después volvimos para la siguiente clase, habiendo conocido el ambiente ya estaba más tranquila y con pocos remilgos, acepte regresar. La madrota le había preguntado aparte a mi primo si yo aceptaría estar más cerca. Sin consultarme dijo que sí.
    
    Al llegar nos dijo que íbamos a ver una orgia de tres parejas. No dije nada. Después, nos acomodó en un lugar discreto, una especie de entrepiso en penumbra, con sillas y mesitas, sentándome en medio. Abajo había una recámara amueblada, otro día, vimos que el techo tenía espejos de doble vista.
    
    Entraron tres puchachas y poco después tres hombres, riendo y ...
    ... bromeando.
    
    Ellos de inmediato comenzaron a meterles mano, acariciándolas abiertamente como se acostumbra y ellas correspondieron. Y entre besos y cachondeo, pronto estaban en ropa interior y alguna ya sin sostén, balanceando los pechos, mostrándolos cachondamente, provocándolos. Pronto uno de los hombres, impaciente y de palo duro, ya se lo estaba metiendo a su puta en el sillón.
    
    La Juana nos explicaba los detalles, de cuando quitarse algo, de cómo colocarse, de cómo provocar…
    
    Mi primo comenzó a acariciarme las piernas, subiendo por los muslos, inconscientemente las abrí sin decir nada. En seguida me comenzó a dedear el coño como lo hacíamos en los cines y entrando en calor me abrí a blusa para sacar las chiches. Me quito el sostén por las mangas, como siempre lo hacía, estaba muy acostumbrada.
    
    Para entonces, las putas ya estaban cogiendo en diferentes poses: una se acostó de piernas bien abiertas enseñando el mono, un tipo se la estaba montando y el vecino que estaba cogiéndose a otra de a perrito la manoseaba. La tercera estaba sentada al borde de la cama mamando verga.
    
    Yo cada vez más caliente, ya no me importaba de tener junto a la madrota, ni de estar ahí. Sin hablar, hipnotizada por la escena de abajo, me pare apoyándome en el barandal, mi primito me bajo los calzones la falda, quedándome solo de blusa abierta.
    
    La madrota nos decía:
    
    -Fíjate como mueve las nalgas la morena. ¿Ves como se apoya en los pies y mueve las nalgas de arriba a abajo? Ya la ...
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