1. Lo que aprendí en un putero: Unas clasecitas para coger


    Fecha: 26/07/2017, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Elzita Zorrita, Fuente: CuentoRelatos

    Con un poco de práctica después de haber entregado el quinto ya había perdido el miedo de abrir las piernitas, ya cogía tranquila.
    
    Después ya más cómoda comenzaron las variaciones e inclusive un tiempo después llego al punto de aflojarle las nachas a un amigo y ya encarrerados nos la cogimos dos al mismo tiempo y ya fue fácil darle las nalgas a otro amigo. Y en una fiestecita medio borrachita me quede desnuda y me ensartaron sus amigos.
    
    Decididamente era hora de avanzar, mi primo fue a hablar con la madrota de un putero de buena calidad que le habían recomendado. Le explico que quería que yo aprendiera a coger bien, no tanto como una buena profesional, pero saber hacerlo bien, sabroso y con variaciones. Y que había sabido que ella preparaba muy bien a sus pu... pilas.
    
    Ella se le quedó viendo, y le respondió:
    
    - Efectivamente, esta es una casa de prestigio, no acepto cualquiera, ni de cualquier manera. ¿Ya pensó bien lo que me está pidiendo? ¿Qué tal si ya aquí su novia se pone sus moños y solo me hace perder mi tempo? ¿O qué tal si le gusta el negocio y decide quedarse? Y también ¿Ya pensó que pudiera ser que se acostara con alguno de los pendejos que tengo para atender señoras o con algún otro como consecuencia de las lecciones?
    
    Además, me tendría que pagar, sin importar lo que resulte.
    
    - Si, ya pensé bien todo eso y ya medio lo platicamos, no está muy convencida, pero tampoco está totalmente cerrada. Quiere ver primero como es, o como podría ser para ella ...
    ... y decidir después que hacer. Y ya tiene alguna experiencia.
    
    - Buuenoo, sí... Sí podría ser así. Vamos a hacer lo siguiente: Tráigala, platicamos y si me gusta y siguen queriendo, le daré unas clasecitas.
    
    - ¡Trato hecho! Combinamos el precio, y un posible día y hora.
    
    Primera visita.
    
    Ya decidido, pensó y pensó como convencerme.
    
    - Cariño, me dijo, tengo una idea que me parece interesante. Y me la conto. Me enoje, le dije que estaba loco, que qué pensaba… etc. etc.
    
    -Acepto que me llames puta, y que a veces lo he sido, pero hay mucha diferencia con ir a un putero. ¿Que no te gusta cómo cojo? ¿Qué hago mal o que quieres que cambie?
    
    Al final de varias veces de platicarlo y discutirlo, finalmente acepte ver cómo era y fuimos. Al entrar, muy inquieta, preocupada y nerviosa, me sorprendió ver un ambiente elegante, limpio y bonito, con algunas muchachas bien arregladas. Pasamos con la madrota, que nos pidió que le dijéramos para que estábamos ahí.
    
    Muy quieta, mi primo le repitió el pedido y aceptó marcando su precio y condiciones, que ambos aceptamos sin comentarios, con la resalva de que si yo no quisiera, nos saldríamos sin más. Ya de acuerdo en seguida tranquilamente me hizo varias preguntas:
    
    -A ver muchachita ¿Con cuántos has cogido?
    
    -Solamente con él... bueno con él y después con otros tres…
    
    -¿Y te gusta coger?
    
    -Sí.
    
    -¿Ya estuviste con dos o más al mismo tiempo?
    
    -Sí... dos veces con dos y una con tres
    
    -¿Te gustó?
    
    -...no sé... creo que ...
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