1. El hermano de mi hermano es de cuidado (II)


    Fecha: 26/07/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... transmitido…, y tú me hablas de la cama y la división…, pues ahora tenemos la habitación de Gonzalo libre, ¿quién de los dos va allí? ¿y los genes dónde están?
    
    (Silencio total).
    
    — Pues yo diré quién se va…
    
    — ¡Ninguno! —dije gritando.
    
    — ¿Qué? —Exclamó mi padre—, ¿quién manda en mi casa?
    
    — Papá, escucha, por favor…
    
    — ¿Qué tengo que escuchar yo? dime ¿qué tengo que escuchar?
    
    — A tus hijos lo que te digan —dije.
    
    — Vale, pues habla… —me dijo.
    
    — Primero nos cuentas que pasa con Gonzalo, luego lo nuestro. Gonzalo es hijo de mamá y hermano de Sinto, lo quiero como a un hermano, ¿qué ha pasado? Luego seguiremos hablando, y serénate, papá, serénate, por favor, que mamá sufre en silencio.
    
    — Empezamos a entendernos, respondió mi padre.
    
    Entonces nos contó que había sido asesinado hace ya cuatro meses el papá de Gonzalo, que la policía había cercado al señor Monisario que es como se llamaba el tal sujeto. La policía estaba y está buscando al asesino o asesinos, porque había sido acuchillado diecisiete veces con tres cuchillos diferentes. Explicó que iban buscando a Gonzalo, el propio hijo, como uno de los sospechosos, pero que no es el único; que los negocios de Juan Manuel Monisario, el padre de Gonzalo, estaban relacionados con la droga y una banda competidora se lo quería arrebatar. Esta lucha interna es lo facilitó a la policía ir recopilando datos de las dos bandas. Por fin dieron con Martina y le preguntaron qué sabía de su ex esposo, como les dijo ...
    ... que no sabía nada de su ex, le preguntaron si sabía de su hijo porque no aparecía y ella tuvo la debilidad en ese momento y lo llamó.
    
    Cuando apareció fue inmediatamente detenido y está en la carceleta de comisaría esperando la decisión del juez. Toda una retahíla de novedades, porque mamá Martina nada sabía de los negocios de su ex ni de la complicidad de su hijo. Precisamente el juez que había concedido la custodia de Gonzalo a su padre, ha tiempo que había sido encarcelado como un capo de la mafia y ya había muerto en la prisión.
    
    Por fin relató que cuando la policía se llevaba a Gonzalo, este gritó, de cara a su madre:
    
    — Tú no sabes nada, te has casado con un maricón, sus hijos son unos maricones y se acuestan juntos para follar.
    
    Esta era una de sus lindezas, pero desde la casa hasta la camioneta de la policía, iba diciendo cosas de Julio y Sinto sin parar. Cuando mi padre fue a la comisaría a prestar declaración de cuánto tiempo estuvo viviendo últimamente Gonzalo en nuestra casa y de sus actividades, le permitieron verlo y él le había declarado todo lo que Sinto y yo veníamos haciendo.
    
    Entonces se encaró con nosotros para que le dijéramos la verdad de todo lo nuestro. Diríamos que ese día salimos del armario porque dijimos la verdad sin reticencias. Cuando habíamos acabado todo el asunto, mi padre dijo:
    
    — Para vivir en esta casa, tenéis que dejar estas cosas.
    
    — Papá, esto es un asunto personal nuestro, si lo impides me echas a la calle —dije yo.
    
    — ...