Puteando para lograr contratos (con la bendición de mi madre) - Relatos Eróticos

Puteando para lograr contratos (con la bendición de mi madre)

... pene de nuevo está en mi vagina.  Camina y se sienta sobre su silla del escritorio y yo encima sentada de su pene, allí me da otra cogida de cuquita, me hace llegar a otra corrida.  Luego me dice que me baje de encima de él.  Me agacha y me pide que le mame su miembro y lo haga, el me toma por la cabeza y me obliga a metermela y sacarla con fuerza.  De pronto el grita y sca su pene de mi boca y comienza a eyacular en mi rostro, yo cierro los ojos para evitar que me entré allí.  Por fin termina y mi rostro esta lleno de su esperma.  Al rato me da unos pañuelos desechables para que me limpie la cara.  Yo me limpio y me voy a ponerme mi ropita.  Ese momento marcaría mi vida, pues lo repetiría en otras ocasiones para convencer a los contratistas.  Mi madre me estaba esperando afuera, ella sabía de alguna manera lo que había sucedido dentro de esa oficina.

La siguiente vez, fue apenas un año después.  Me llevó de noche a un edificio, me dijo en que piso y oficina me esperaban.  Antes de bajar del auto, me pidió mi braguita, me dijo que los hombres se vuelven locos por una mujer sin bragas.  Subí, toqué y me esperaba un hombre que no era feo, de unos 45 años.  Yo entré, sin mediar muchas palabras, rodee su escritorio y me subí sobre sus piernas de frente a él, busqué su boca y comenzamos a besarnos ardientemente, sus manos se metieron debajo de mi minifalda y al verme si braguitas me acarició las nalgas y las apretaba con mucho deseo, tal como dijo mi madre, se volvió loco.  ...

... Como pudo se sacó su pene y yo me levanté para que lo pusiera con dirección a mi cuquita, me fui sentando encima, sentí como se fue enterrando en mi vagina hasta que finalmente quedó bien metido y comencé a cabalgarlo, él me desabotonó mi blusa y me quitó mi bra, mientras lo cabalgaba me mamó las tetitas y me decía que era una mujer muy bella.  Aceleré mis movimientos, para hacerlo terminar, pero él no quería terminar así.  Me acostó en su escritorio, abrió mis piernas y comenzó a mamar mi cuquita que estaba muy mojada, su lengua pasaba sobre mis labios vaginales y mi clitoris, arrancándome gemidos de placer, Luego sentí como me enterraba su duro pene, no era tan largo como grueso, me sentí llena de mi vagina, luego me empezó a coger con lujo de fuerza, que parecía iba a darle vuelta al escritorio.  Como su oficina era alfombrada, me puso en cuatro en el suelo y aferrándome a una silla me penetró por atras, su grueso pene entró profundo en mi cuquita, me la metía y luego la sacaba para lamer mis nalgas y chupar mi ano, después volvía a penetrarme y repetía el ciclo, asi lo hizo tres veces.  Me hizo llegar al mayor orgasmo hasta ese momento en mi vida.  De veras gocé ese orgasmo, se me aflojaron las piernas, la sangre subía y bajaba de la cabeza a todo mi cuerpo y se mojaba mucho mi vagina.  Luego sentí como me bañaba su caliente esperma mi vagina, pero para ese momento yo ya tomaba anticonceptivos, ordenados por mi madre.  Asi que no había pena.  Esta de más decir que logré el ...