Hice coger a mi mujer de un extraño - Relatos Eróticos

Hice coger a mi mujer de un extraño

... modo que con desesperación pedía a gritos que ya quería a ese hombre dentro de ella, pedía verga a gritos y su Cuca estilaba sus fluidos vaginales.
Ella estaba disfrutando la sensación de saberse deseada con mucha lujuria por un desconocido. Cuando ya la excitación de ella estaba en el tope de desesperación. Yo salgo y entra a la habitación aquel hombre que por tiempo la miraba con deseo y esperaba la oportunidad de clavársela como tanto había anhelado. 
Era un hombre en su uniforme de trabajo, con su cara oculta, se notaba la lujuria y el deseo acumulado.
Ella al inicio sintió confusión y un leve miedo, pero su instinto podía más que cualquier intento de juicio. Estaba allí, abierta como puta, con la chocha mojada de calentura, la vagina contrayéndose en sus ansias de sentir alguna carne caliente y dura entrar en ella. Sabía cuánto le exitaba la idea de ser poseída en extrañas circunstancias por alguien que no conociera, siempre fantaseaba sobre seducir a alguien, sentir su deseo y preguntarse sobre cómo tendría la verga y cuánta leche podría darle, provocarlo hasta el punto de desesperarlo y que la tomara con fuerza y control.
Mientras él le estimulaba su clítoris que estaba a punto de reventar, le preguntó suavemente, "dime putita, ¿cuánta verga eres capaz de recibir?... ¿Cuánta leche cremosa y caliente eres capaz de tragar?"... Ella aún en medio de su incertidumbre, el deseo e instinto sexual prevalecía, cómo zorra en celo se contraía su vagina desesperada. y decía ...

... "si me vas a clavar, hazlo ya HP"... Entonces miró a aquel hombre encapuchado, bajando su cremallera del pantalón sacando la verga que la tenía ya mojada y dura, hacerse entre sus piernas. El hombre al ver aquella mujer atada, abierta, con la chimba húmeda y el clítoris brotado, la sujetó firmemente por los tobillos. Y comenzó a frotar la cabeza de su dura verga buscando acomodarsela en la entrada de la vagina... Mientras le decía al oído, "ahora tendrás lo que mereces y quieres, solo respira profundo y aguanta que vas a ser violada..."
Ella ya gemía a respiración profunda de solo ver sobre ella entre sus piernas a un hombre totalmente extraño y sentir su verga caliente intentando abrirse paso en ella... sintiendo aquel Chimbo frotando su gallo y acariciando sus labios vaginales.
De pronto atinó a poner la cabezona dura de su verga en la entrada y el hombre con una violenta reacción le empujó todo el tronco venoso de su dura carne hasta el fondo, solo se escuchó el gemido en grito de ella y el golpe de la pelvis del trabajador contra el vientre bajo de aquella hembra..
El comenzó a jadear como perro. Sacaba lento  la verga hasta la cabeza y luego se la undia con violenta fuerza... el solo decía jadeando, "que puta tan riiiica.. ahhhhh ahhh", y le bombeaba más y más salvaje...  Y ella gemía como perra... Sollozaba y exclamaba que la estaban violando cómo a puta...

El la tomaba con sus manos toscas las tetas, se las apretaba... Le tocaba las piernas y le embestía el Chimbo ...