1. Hice coger a mi mujer de un extraño


    Fecha: 18/04/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Tus Relatos Autor: Pacho78, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X


    Mi mujer y yo hemos mantenido una relación a distancia dónde solo ocasionalmente nos vemos periódicamente. Durante dos años hemos desarrollado una afinidad sexual increíble. Hemos descubierto capacidades y gustos no explorados en nuestra vida sexual. Hemos dado rienda suelta a la imaginación y expresarnos las fantasías más aberradas. Recientemente hemos compartido afinidad por la fantasía de coger como extraños y eso nunca imaginamos nos generara tanto placer. Ella me ha demostrado cuánto le calienta la idea de ser cogida por un desconocido, ser deseada de la forma más morbosa y aberrada, con mucha lujuria. Incluso ser culiada a las malas, con fuerza, dominada, ser tomada prácticamente en violación.
     A lo que al momento he correspondido prestándome para hacer el juego de roles, hacernos los desconocidos, y jugar a hacer dichas fantasías. 
    Un día en una oportunidad de encuentro, le pregunté de nuevo si quisiera venir y experimentar dichas situaciones, ser cogida por un desconocido con mucha lujuria, hacer realidad fantasías, a lo que obviamente ella dijo que sí. Cómo siempre.
    Cada vez que viene con esos fines le digo que se mentalice en saber a lo que viene.. una puta en busca de verga. Y eso hizo.
    Acordamos el sitio. Yo reserve habitación de hotel y me prepare para su llegada. 
    Al llegar, todo el juego comienza, yo la hice vestir muy sexy, muy puta, con tacones altos, medias de liguero y un juego babydoll que le pararía la verga hasta un muerto. Se ve increíble con sus ...
    ... labios rojos y en tacones altos. La tiré en la cama, con piernas casi al hombro y abierta como pollo asado la amarre  bien expuesta como si fuera a alistarla para la violación... no tenía forma de soltarse o evitar lo que le fuera a hacer.
    Yo comencé el juego de tocarla, acariciarla, le tocaba las tetas, le acariciaba el gallo y clítoris, quería deliberadamente excitarla en niveles casi de tortura antes de hacer cualquier otra cosa.
    Al oído le decía y preguntaba a modo de susurro, con palabras soeces, vulgares y aberradas, ¿que cuánto deseaba ser cojida?, le preguntaba que ¿cuánto deseaba tener la verga dura y lechosa de un desconocido dentro de sí?, mientras le lamía los pezones de sus senos y le pasaba mis dedos por los labios vaginales que chorreaban en sus fluidos de excitación, le daba lengua y dedo en intervalos para excitarla al clímax sin dejar que acabara.
    Ella solo alcanzaba a decir que mucho lo deseaba, con desesperación, decía que había venido a hacerse coger por algún Hijo e Puta morboso extraño dispuesto a culiarla como a  prostituta.
    Yo que sabía cuánto le excitaba el sentirse deseada por un extraño, le decía que vendría a cogerla un obrero, grotesco, un hombre ordinario solitario y desconocido, al cual le mostré por algún tiempo sus fotos desnudas haciendole saber que pronto se la entregaría expuesta para que la hiciera suya y durante dicho tiempo aquél hombre no hizo más que obsesionarse con la idea de poder clavarla sin reservas.
    Esto la calentaba de tal ...
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