1. Mi primera vez con mi tía "dormida"


    Fecha: 18/04/2022, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Calamar, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Contaré la ocasión en a que me cogí a mi tía, bueno al lío.
    
    Yo tenía 15-16 años, y estabamos con mi familia en una fiesta de cumpleaños de un pariente al que francamente no conocía. Siempre me había llevado bien con mi tía, ella solo era un par de años mayor que yo (un caso extraño lo sé) por lo que pasábamos bastante tiempo juntos al ser de edades parecidas. Ella siempre me había atraído, es algo rellenita, sus tetas no eran muy grandes pero su culo era fenomenal, y siempre en algún que otro juego aprovechaba para tocarlo "casualmente".
    
    En aquel cumpleaños me fui a dormir más o menos temprano, como a las 8 o 9. Al despertar, vi que aún estaba muy oscuro, afuera de la habitación se escuchaba que ya no festejaban, y al lado mío estaba mi tía durmiendo dándome la espalda. Era lógico, éramos muchas personas y no me iban a dar una habitación solo para mí. Mi tía roncaba levemente, por lo que sabía que estaba completamente dormida, y no perdí mi oportunidad.
    
    Tocé su culo suavemente para ver su reacción, seguía dormidísima, así que comencé a manosearla más libremente comprobando la firmeza de ese enorme trasero que siempre habia deseado. Para mi enorme suerte ella estaba usando leggins, por lo que podía disfrutar la grandeza y elasticidad de sus glúteos en todo su esplendor.
    
    Me cansé de manosearla, y senti que hacía algo de frío, así que pensé que no le importaría que la abrazara de cucharita mientras le arrimaba mi pene, que para ese momento estaba apuntando al ...
    ... cielo. Me acurruqué junto a ella, que estaba a mi lado derecho, y con mi mano izquierda la abracé mientras olía su pelo y acomodaba mi verga (aún en el pantalón) entre sus glúteos. Intentaba disfrutar el momento con suaves movimientos de mi cadera para no despertarla, subí mi mano hasta su pecho, lamentablemente tenía sostén por lo que no podía disfrutar del todo, pero era suficiente.
    
    Luego de un rato el arrimón ya no era suficiente, quería más. Saqué mi verga de su pantalón y la puse entre sus glúteos, no se porque en ese momento no pensé en que el líquido preseminal que quedara en su leggins negro sin duda me delataría, pero estaba tan caliente que no podía pensar. Comencé a darle pequeñas embestidas, primero suavemente, tocando sus tetas, cuidando no despertarla, pero a medida que el líquido preseminal transformaba el espacio entre sus muslos en una resbalosa vagina artificial, sin darme cuenta lo hacía más y más fuerte.
    
    De repente entré en razón, y escuché que ya no estaba roncando levemente como suele hacerlo cuando duerme. ¿Hace cuanto pasó? ¿Sigue dormida solo que dejó de roncar?¿Cuanto tiempo llevo haciendo ésto? Esas preguntas invadieron mi mente.
    
    Sin separar mi verga de su culo me levanté levemente y vi su cara en la oscuridad, no estaba con los ojos abiertos, pero eso no significaba que no estuviera despierta. Volví a abrazarla, ésta vez más cariñosamente, y di un pequeño beso en su hombro, caí en que si o si se daría cuenta por todo el líquido preseminal ...
«123»