TUVIMOS QUE ENTREGAR NUESTRA VIRGINIDAD PARA SALVAR LA VIDA. - Relatos Eróticos

TUVIMOS QUE ENTREGAR NUESTRA VIRGINIDAD PARA SALVAR LA VIDA.

... varios minutos de rogar que no nos hagan nada, no conseguimos convencer a qué nos dejen ir sin hacer lo que nos pedían y no nos quedó otra opción que aceptar esto porque nos dispararon al costado de nosotros como advertencia que era verdad que nos iban a matar.
   Una vez, que dijimos que íbamos hacer lo que nos pedían, nos hicieron caminar más adentro del bosque, hasta llegar a un lugar debajo de árboles más grandes que hacían como si fuera una cueva, listo acá va hacer todo ahora los 4 se sacan toda la ropa los quiero desnudos dijo el jefe, entre nosotros nos miramos resignados a lo que se nos venía y empezamos a sacarnos las ropas, hasta quedarnos desnudos delante de ellos, que ni bien nos vieron así, al toque empezaron a decir los buenos cuerpos que teníamos, para nosotros no era problema vernos desnudos, porque ya antes muchas veces nos habíamos visto desnudos en las duchas después de jugar fútbol, pero esta vez el problema era que íbamos a ser violados por 10 chicos, siendo vírgenes los 4, que era obvio que temblabamos de miedo y vergüenza, de ahí fueron ellos los que se sacaron sus ropas y cuando quedaron desnudos, todos tenían sus pingas bien paradas, las tenían entre 14 y 16 cmts y algo gruesas también, todos eran de piel trigueña, casi todos eran lampiños sus cuerpos eran más gruesos que los nuestros, ni bien quedaron desnudos ellos, al toque nos rodearon y empezaron a acariciar nuestros cuerpos con sus manos en especial nuestras nalgas, que ricos que están, ...

... blanquitos, piel suavecita, parecen chicas y varias cosas más sobre nuestros cuerpos, mis amigos y yo, estábamos rojos de vergüenza, no podíamos creer lo que nos estaba pasando, ya pues hay que hacer que chupen las pingas primero dijo uno de ellos, lo que todos estuvieron de acuerdo con eso, por lo que nos hicieron arrodillar en el suelo juntos a los 4, yo quedé al lado de Alberto y Juan, era el segundo empezando por la derecha, Alberto, yo, Juan y Miguel ese fue el orden que quedamos, el jefe fue el primero que se acercó a Alberto y le dijo, abre la boca para que me chupes la pinga y cuidado con los dientes porque te rompo la cabeza, Alberto no dijo nada solo abrió su boca y dejó que le meta su pinga, que la empezó a chupar como podía, pasó unos minutos y siguió conmigo, que no me quedo otra que abrir mi boca también y cuando me metió su pinga casi me ahogó pero igual tuve que empezar a chupar como podía, en ese momento sentía asco y vergüenza hacer esto pero tenía que hacerlo para salvar mi vida, así se fueron turnando uno por uno en hacer que les chupemos sus pingas, después de muchos minutos los 4 habíamos chupado las 10 pingas que teníamos al frente, es más varios de ellos hasta repitieron para volver a chupar sus pingas otra vez, una vez que dejaron de hacer eso nos hicieron levantar.
     Cómo, los 4 están vírgenes, entonces hay que sortear quienes van a ser los primeros en romper sus culitos dijo el jefe, pero como yo soy el jefe voy a escoger a uno de ellos y los tres más ...