doble incesto - Relatos Eróticos

doble incesto

... una centella, se cuzo por mi mente el deseo tantas veces soñado e incumplido, UNA DOBLE PENETRACION. Estaba por decirlo pero, temía hacerlo. Pareció me adivinasen el pensamiento, el padre de ella le dice a mi niño, tu mami esta para que la ensartemos entre los dos, cierto?, antes que contestara el joven les grito: como supieron que en eso estaba pesando, mamita: comenta la nena, es obvio que lo necesites, yo también pero primero los mayores, no te enojes viejita y sigue chupando. Me parecía estar soñando mi deseo estaba por cumplirse, tanto que había dudado, de como, donde y con quien hacerlo, con desconocidos, usando condón, me resultaba horrible, me gusta la carne sin envoltorios pero el peligro de infección es un tema más cuando se hace con profesionales. Un tema que en mis pensamientos no cabía y que mi mejor amiguita me sugirió. Eso hizo que al punto de hacerlo me acobardase. Mi ojete se portara bien?, otro complejo de toda la vida, no se me escaparan pedos?, no lo ensuciare?, pido ayuda celestial, la necesito. Mi niño se dirige atrás a jugar y dilatar y el padre de ella a jugar con mi lengüeta, la nena a succionarme los pezones, una triple caricia que al poco tiempo me arranca otro orgasmo muy fuerte, pensé ya van tres, que bárbara y que lindo, sigan por favor. El se pone debajo y yo me acuesto sobre él, me la ensarta, que bello, además sentir que la nena escupe en mi orto y dirige la pija de mi niño hacia él con sus manitas, cuando siento por primera vez en mi vida los ...

... dos orificios llenos de pijas, estirándome la tripa mientras yo trataba de apretar a ambas, sin lograrlo, mientras la nena me besaba haciendo con su lengua malabares dentro de mi boca. Tomar el ritmo para ellos le llevo un rato, yo quieta temerosa que se saliesen, ninguna de las dos llegaba a fondo, lo hubiese querido pero no fue posible solo algunas pocas veces los huevos de mi niño me chocaban, que delicia. Con mis manos me habría las nalgas, no deseaba perderme nada del éxtasis que me estaban otorgando, siento de nuevo que mi vientre me solicitaba otra descarga de flujo, lo grito aceleran y siento la leche de mi niño, y acabo como una marrana, escucho: aguarda mi amor, el pobre aplastado con mi cuerpo me dice siento tu flujo correr hasta mis huevos ya estoy casi listo muévete, lo hago se sale la de mi niño y siento como eyacula su pija nuevamente dentro mío. La nena me pide por favor no doy más; le saboreo su concha de la que comienza a emanar un suave y pegajoso flujo casi sin sabor con leve olor a pescado. Les comento, que les parece esta vieja puta ya se ha echado cuatro, la nena dice me ganas por uno y los machos dicen dos cada uno, el padre se jacta que ha logrado un milagro pues hacia añares que solo acababa una vez por día. La hija le reprocha, no mientas, la semana pasada me echaste dos seguidos. Con esa discusión agotamos nuestra primera noche swinger, muy particular pues no era entre dos matrimonios, era entre dos parejas incestuosas, un verdadero doble incesto. ...