1. Don Isauro un pervertido Tendero. Parte 4ª.


    Fecha: 11/07/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues

    ... ¡discúlpeme don Isauro!, ¿no lo lastimé?, ¡es que me agarre de su, suu, bueno de su pilin! Y sentí que se lo jale fuerte para no caer al piso, ¡no pasa nada dijo él!, perdón cómo te llamas, ¡Minerva, me dicen mini o beba!, ok, beba no pasó nada, sólo sentí un jalón, sí me dolió, pero me aguanto, lo importante que no te caíste, acababa de regresar con tu refresco, y en ese momento ya venías para abajo, ¿te lastimaste tú?, pues creo me raspé arriba de la rodilla, me arde como chile, ¡tengo un botiquín y hay pomada para dolor y material de curación!, ¿sí quieres lo traigo? Ya con el botiquín lo abrió y le dijo que tomara lo que necesitara para curarse, pero tenía un raspada leve de la rodilla, hacia la cara posterior del muslo, por lo que se puso alcohol, pero le ardió y pego un grito, y su manita la sacudía por la molestia, así que Isauro se hincó para soplarle con su boca, mientras la faldita estaba trepada y pues imagínense: las piernitas pequeñas, la faldita chiquita obviamente Isauro veía la parte frontal de la intimidad cubierta por la panty negra, así que tomó más alcohol y se lo puso el directamente con su mano, la sobó con suavidad, le puso una crema de vitacilina extendiéndosela por la laceración con sumo cuidado, ¿ya se te pasó el dolor beba?, ¡ay si don Isauro se siente fresca mi piernita!, parece usted mago ya no me arde nada, ¿quieres que te siga sobando?, ¡sí, por favor otro poco!, mientras él se daba a pasar las manos con más pomada, ¡estás iban ganando ...
    ... camino más arriba!, hasta llegar a rosar por fracciones de segundo la entrepierna de beba, quien ella igual veía que la bragueta de Isauro cabeceaba desde minutos antes, en eso bajó la vista y le dijo ¡ya don Isauro, ya se me pasó el dolor!, ya una mano rosaba en ese momento bien la entrepierna y la dejaba quieta unos instantes, ¿yo diría que otro poco?, sino se te va a poner morado el muslito y cómo tu piel es blanquita, ¡no vas a poder ponerte falditas?, ah, sí cierto, ¡qué te parece sí te subes a tu escritorio!, para que no me agache y así recostada te sigo masajeando, ¡bueno sí, espere o ayúdeme!, ¡es que no le llego para subirme!, en eso Isauro la tomó por las axilas y la fue subiendo lentamente, hasta que su trasero de la Midget estaba a punto de posarse en la cubierta del escritorio, él la sostuvo en el aire, ¡para repegar su miembro en la parte íntima de beba!, quien sólo lo miró a los ojos, fue unos breves instantes, pero eso fue un detonante para Isauro, ya que en ese momento movía su erección pulsando dentro de sus interiores, la Midget en los aires sostenida de las axilas, sólo bajó la vista y veía las pulsaciones que daba ese miembro másculino pegado a su pelvis, ¡breves instantes llenos de calentura por la acción!, la acomodó en ese mueble y se puso a seguir sobando la piernita blanca de beba, y por las constantes pasadas que le daba con ambas manos, una ya estaba totalmente estacionada en la curvatura erótica de la pelvis de gente enana, poco a poco Isauro se iba ...
«1234...8»