1. De vacaciones


    Fecha: 04/07/2018, Categorías: Incesto Autor: laparejapicante, Fuente: CuentoRelatos

    ... gafas de sol oscuras no perdía detalle. Ella llevaba puesto un vestido corto a la rodilla cuya parte superior, sin mangas, permitía lucir aún más su escote, con esas tetazas coronándolo todo.
    
    Con la excusa del calor tiro su cabeza atrás y comenzó a batir el vestido, dejando ver, en cada batida, sus piernas, y como no su tanga. Se giró y me metió la lengua en la boca fundiéndonos en un sonoro y largo beso. Yo bajo mis gafas de sol miré de reojo a ver que hacia nuestro vecino.
    
    - G: ¿Qué?, ¿Miró nuestro vecino?
    
    - R: Si, y no perdió detalle.
    
    - G: Ummm, ¿Será que le gusta lo que ve?
    
    - R: Seguro que sí, lleva un buen rato en la misma página del periódico.
    
    Ella, para continuar con la provocación, se inclinó exageradamente con la excusa de atarse la sandalia, dejando así bien a la vista sus pechos. El vecino, aunque yo no podía ver sus ojos, claramente miro sin perder detalle, pues el leve giro de su cuello le delató.
    
    Este permaneció inmóvil durante el periodo que ella estuvo acomodando supuestamente su sandalia. Luego, él, siguió supuestamente leyendo el periódico.
    
    - R: Mira que eres provocadora, ja ja ja.
    
    - G: Uy! y a ti que te gusta.
    
    - R: Al que le gusta sin duda es a él, que no para de mirarte cada vez que puede.
    
    - G: Bueno, que mire, que es gratis y los ojos se hicieron para mirar, ja ja ja
    
    La terraza y la calle seguían desiertas, cosa que ella aprovechó para inclinarse hacia mí y con la excusa de decirme algo en el oído apoyó su mano ...
    ... sobre mi pierna, de modo que la punta de sus dedos tocó mi dormido pene. Entonces comenzó a hablarme guarradas al oído, con lo que mi polla comenzó a despertar bajo el pantalón. Ella con la punta de los dedos masajeaba mi despertante polla. El señor para ese entonces ya tenía el periódico un poco más bajo, y podía ver sobre este, oculto bajo sus gafas de sol, lo que pasaba.
    
    Ella mientras me hablaba guarradas al oído y acariciaba la punta de mi polla bajo el pantalón, miraba de reojo al señor, el cual se notaba ya claramente, que miraba sin perder detalle de lo que la mano de Gaby hacia sobre mi pantalón. El señor claramente se estaba excitando, ya que aprovechando un cruce de piernas pellizco algo sobre su pantalón.
    
    - G: Ummmm, nuestro vecino se está poniendo cachondo.
    
    - R: ¿Si?
    
    - G: Si, porque se tuvo que mover la polla en el pantalón.
    
    - R: No me extraña, si yo ya la tengo a tono
    
    Una de mis manos fue a la pierna de Gaby y subió un poco la falda para acariciarle. Claro, en ese movimiento ella abrió un poco las piernas y dejo paso libre a la visión que había entre ellas. Nuestro vecino, nuevamente, hizo un cambio de piernas y volvió a tocarse el bulto en su pantalón, esta vez más descaradamente.
    
    A Gaby le encantaba este tipo de juegos y a mí, aunque no lo demostrase, también. Ella siguiendo con la provocación comenzó a jugar con el trocito de limón delgin tonic, pasándolo lentamente por sus labios, tocándolo con la puntita de la lengua. El señor claramente ...
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