1. Anita en el metro.


    Fecha: 14/10/2021, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: Filósofo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... encontrara las pocas monedas que yo llevaba en mi bolsita y entonces se iría sin hacerme daño.
    Al ver que yo no hacía ni decía nada subió su mano hasta mi cintura y entonces tomó mi calzoncito por el elástico superior y comenzó a tirar de él hacia abajo, parecía que no iba a lograr bajarlos pero luego lo tomó de otro ángulo y volvió a tirar hacia abajo, y luego repitió la acción desde otro lugar y mi prenda interior comenzó a bajar, yo no sabia que hacer, mis manos estaban ocupadas sosteniendome para no caer ensima de ese hombre, mi corazoncito latía muy rápido y de pronto sentí como estaba bajando más y más mis calzones hasta quedar casi a la altura de mis rodillas que por instinto apreté para que no pudiera bajarlos mas.
    El tren se detuvo, las puertas se abrieron y algunas personas bajaron, sentí que detrás de mi la presión disminuyó y quise retirarme pero solo alcancé a dar un paso atrás cuando sentí que nuevamente me volvían a apretar en el mismo sitio y es que las personas que esperaban en esa estación también subieron empujando para no quedarse fuera, mi cara eataba justo frente a la suya y no pude evitar verlo a los ojos, las puertas se cerraron y el metro avanzó casi de inmediato, sentí su mano meterse nuevamente bajo mi falda y tocar mis nalguitas ahora sin que nada se lo impidiera, ahí comencé a pensar que quizás eso no era un robo, sino que era algo "malo" lo que ese hombre me hacía pero no sabia muy bien el porqué lo hacía, solo que me daba vergüenza que el me ...
    ... tocara las nalgas de ese modo, comenzó a acariciar en círculos mientras buscaba mis ojos, yo avergonzada trataba de agachar la mirada, el hombre notó que yo estaba asustada y que nadie iba conmigo comenzando a bajar mi calzoncito por debajo de mis rodillas a pesar de que yo las apretaba y de pronto mis calzones estaban en mis tobillos haciéndome sentir roja de la vergüenza pues pensé que las personas pensarían que a mi se me habían caído los calzones.
    Mi primer impulso fue de agacharme y volver a subirlos pero no tenía el espacio para hacerlo y para subirse los calzones una niña con falda debe subirlos hasta la cintura y para eso debe levantar su falda y prácticamente mostrar todas las piernas e incluso las nalgas, y yo no quería mostrar las nalgas en un vagón del metro lleno de hombres así que eso no era una opción. La mano del hombre seguía acariciando mi cuerpo bajo mi falda.
    El timbre de apertura de puertas me sacó de mis pensamientos, algunas personas bajaron y pude haberme movido pero me dio pena porque si lo hubiese hecho me habrían visto con los calzones en los tobillos, más gente subió y volví a quedar en el mismo lugar. 
    La siguiente estación era en la que me debía bajar así que sin tener otra opción discretamente moví mis pies para sacarme los calzones y cuando lo logré los empujé un poco bajo el asiento. Me di media vuelta dándole la espalda al hombre para tratar de bajar en la próxima estación, pero al notarlo el me tomó de la cintura y me sentó en sus piernas ...
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