1. Anita en el metro.


    Fecha: 14/10/2021, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: Filósofo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... sabía, por lo que el vagón adónde yo estaba apunto de entrar estaría ocupado por hombres en su mayoría.
    El tren urbano llegó vacío pues esa era la terminal y se detuvo delante de nosotros, las puertas se abrieron y la gente entró en estampida empujando a quienes tenían delante de ellos, las personas que iban delante de mi caminaron y de pronto me sentí empujada hacia dentro del vagón por los que venían detrás de mi, no pude ver hacia dónde iba pues era pequeña de estatura y todos los hombres que iban delante de mi eran muy altos para mi, la gente empujaba más y más para lograr entrar ya que el tiempo que las puertas del metro abren son de cinco a diez segundos y se cierran así que las prisas hacían que todos hicieran lo posible por entrar empujando a quienes ya estábamos dentro del vagón, yo no podia sostenerme de nada y de pronto ya no pude ir más allá, me encontré en la esquina del vagón entre las piernas de un hombre desconocido que por inercia me tomó de la cintura y me miraba extrañado, mi pecho estaba casi junto al suyo porque yo tenía mi mochila en la espalda y la gente detrás de mi me empujaba y yo no podía sino tratar de sostenerme del respaldo de su asiento para no estar sobre de el.
    Me dio mucha vergüenza y traté de salir de esa situacion pero no podía moverme, no había hacia donde hacerlo y avergonzada ni siquiera pude disculparme y solo bajé la vista esperando a que la gente bajara para que yo pudiera moverme.
    El hombre pareció mirar a mi alrededor como ...
    ... buscando a alguien, de pronto las puertas se cerraron y el tren comenzó a moverse, habrían pasado apenas unos treinta segundos cuando comencé a sentir que algo tocaba mi pierna derecha por detrás de mi rodilla justo donde terminaba la falda del jumper y me quedé quieta como tratando de averiguar que era aquello, unos segundos después pude sentir que "eso" subia por mi pierna por debajo de mi falda escolar levantándola un poco y llegando hasta tocar mi entrepierna y luego nuevamente bajaba rozando toda mi pierna, pude darme cuenta que era la mano de ese hombre y que me estaba tocando de un modo malo, lo miré de reojo sin atreverme a confrontarlo y el, al ver que yo no me atrevi a decirle nada volvió a subir su mano hasta dejarla sobre mi nalguita derecha y comenzó a masajearla suavemente.
    Nadie podía darse cuenta de eso porque la mochila en mi espalda tapaba perfectamente lo que ese hombre hacía, aunque a esa edad yo aún era muy inocente en cuanto a asuntos de sexo o abuso sexual, y en mi mente infantil yo entendía que ese hombre quizás era un ladrón y estaba asustada pues yo creía que el buscaba mis objetos de valor y que no se daba cuenta que yo lo estaba sintiendo, pensé en moverme pero no podia, estaba paralizada del miedo, quería decirle que me dejara pero... ¿y si me hacia algo? No me atreví ¡Los ladrones son malos y matan gente! Quizás quedarme quieta sin moverme era lo más prudente, tratar de aparentar que yo no me daba cuenta de que me estaba robando hasta que el ...
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