1. La madre y su hija para mi


    Fecha: 02/07/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    ... salí y fui directo al cuarto de Denis, puse mi verga aún con restos de semen y con el sabor a su madre en su boca. Al principio brinco, pero con el dedo índice le indique que guardara silencio. Sostuvo mi verga en sus manos y comenzó a besarla, yo retiraba las sabanas para poder sentir sus tetas. Por fin esas pinche chichotas en mis manos. Su boca succionaba mi Verga y mis manos jugaban con sus pezones.
    
    —¿Te gusta pequeña zorra?
    
    —Denise asentía sin deja de mamar y con la mirada fija en mí. Cuando termine en su boca, y después de que trago mi semen. Aclaró un poco su garganta y me confesó "la que me gusta es mamá" pequeña pervertida.
    
    Pasaron unos días y en cuanto pude estar a solas con ella le propuse mi idea.
    
    —¿y si logro que estés con tu madre?
    
    —Me mataría, es solo una fantasía. Me parece hermosa.
    
    —Solo una vez, ad más yo tengo mucho más que perder que tú.
    
    Acepto y por la noche después de mucha labor de convencimiento. Logre que su madre se pusiera una venda en los ojos y se dejara esposar a la cama. Aunque no estaba muy convencida. Pero la convencí a base de besos y promesas de amor. Le hice creer que era un juego y que se divertiría. Aunque no sabía lo que le esperaba.
    
    Después de tenerla sujeta de pies y manos a la cama y vendarle los ojos, la desnude y vi que traía puesta lencería nueva, comencé por hacerle de lado la tanga. Mientras chupaba sus tetas, estimulaba su clítoris y aunque quería retorcerse, los movimientos que podía hacer eran mínimos. ...
    ... Fui bajando a besos poco a poco, hasta llegar a su sexo. Me encantaba su sabor así que estuve entretenido con mi lengua un rato. Luego me aleje y puse un poco de música. Denis ya esperaba fuera de la habitación y la traje de la mano hasta el borde de la cama. Le tome la nuca y la arrodille hasta ir si cara quedo a la altura del sexo de su madre. Sin emitir sonido alguno movió sus labios y me dio un “Gracias” sincero.
    
    Sin pensarlo, se fue sobre ella. Su lengua parecía la de una puta experta y no la de Pequeña que yo creía. Su madre jadeaba y gemía sin control, aún más que conmigo. Yo ya sobaba las tetotas de Denise y le bajaba el pantalón de pijama, sobaba sus nalgas y ella separaba las piernas para déjame ver su culo.
    
    Me coloqué tras Denis y por fin pude sentirla. Mi verga se hundía en ella y lograba arrancarle unos quejidos deliciosos. Su madre de inmediato quedó paralizada.
    
    —¡¿Qué es eso?!
    
    Denis no paraba de mamarle la panocha y yo no paraba de penetrarla, mi verga se perdía entre sus nalgas.
    
    —¿dime qué pasa?
    
    Cinthia insistía en saber que pasaba.
    
    —Quítame esto, desátame
    
    Con sus gritos ahora parecía un poco histérica. Así que tuve que, muy a mi pesar sacar mi verga de ese joven y jugoso culo e ir hasta Cinthia y retirarle la venda.
    
    —¡¿Denis?! ¿Que crea qué haces? ¿y tu enfermo? ¡Suéltame ya!
    
    Por supuesto no le hicimos caso, Denis seguía mamando con toda la pasión del mundo, sostenía las piernas de su madre para evitar que se moviera y aunque de ...