1. Mis dos familias - 06 de 10


    Fecha: 01/07/2018, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... horas, igual eran menos pero me había traspuesto en varias ocasiones y los ojos se me cerraban involuntariamente cuando Diego llegó.
    
    Lo primero que hizo fue ir al baño, le escuchaba como frotaba con el cepillo sus dientes, luego el correr del agua lavándose las manos, se quitó toda la ropa menos un slip blanco que brillaba cuando entraba la luz en el cuarto, se quedó unos segundos enfrente de mi cama mirándome y me vio con los ojos abiertos.
    
    -¿Aún no te duermes?, ¿me esperas para te lea el cuento de Blancanieves? -quería buscar las palabras que había ensayado y ahora no recordaba.
    
    -Te he visto, a ti y tus amigos. -se colocó con las manos en las caderas.
    
    -¿Y qué? ¿Te gustó acaso el numerito, o fue más el ambiente lo que llamó tu atención? -entonces supe que él conocía que los habíamos seguido.
    
    -¿Manuel?
    
    -¿Quién si no? Es amigo mío y espera mis favores, puedes imaginarte cuales. -hablaba cínicamente, como si no le importara que yo lo supiera o fuera un sueño de mi imaginación.
    
    Se sentó sobre la cama, a mi costado, y se inclinó acercando la cara a la mía, sentía su aliento con olor a pasta dentífrica con sabor a menta, tan cerca que nuestros labios estaban a punto de rozarse, con la mano derecha me sujetó la cara, con el dedo pulgar en una mejilla y los otros en en la contraria, apretando hasta conseguir que mi boca se abriera como la de un pez.
    
    -¿Por que…, por qué haces eso? -logré que los sonidos salieran de mi garganta.
    
    -¿Bailar desnudo, o ...
    ... follarme a las viciosa y putos que solicitan mis servicios? -que me confirmara lo que imaginaba logró que comenzara a llorar y no le respondí.
    
    -No lo entenderías niño rico. Ahora atiende lo que voy a decirte. Nunca, nunca, nunca, vuelvas a poner tus pies en un lugar como ese. -se inclinó y posó los labios sobre mi nariz y luego sobre mi boca. Fue todo muy rápido y preciso y me soltó igual que me había agarrado.
    
    -¿Es por eso por lo que nunca has vuelto a besarme como aquella vez? -no atendió a mi pregunta.
    
    -Deja de llorar, te sienta mejor la risa y estas más guapo hermanito.
    
    Durante muchos meses, aún después de mi vuelta a casa ese verano, estuve pensando en aquello y dándole vueltas en mi cabeza y no encontraba respuestas.
    
    En mi vida del colegio las cosas no cambiaban o al menos no lo notaba. Comenzaba a darle la razón a Don cuando me decía que era bastante caprichoso, porque lo de Kilian no dejaba de ser eso, me había encaprichado del chico más atractivo, admirado y solicitado de los que conocía, estaba claro que no teníamos futuro pero me gustaba y mientras pudiera lo disfrutaría como fuera, tampoco tenía a otro.
    
    Dejó de molestarme tener que compartirlo con Samay, les preocupaba más a Carla y a Álex, pensaban que se burlaba de mi. No me detenía a analizarlo tan siquiera, reconocía que resultaba un narcisista enamorado de si mismo y dudaba que quisiera a Samay o a mi, pero éramos sus conquistas incondicionales.
    
    Álex cumplía los años, dieciocho. Nos estábamos ...
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