1. Las tres primas de mi esposa


    Fecha: 30/06/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo en Grupo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... manera impresionante. Conseguí que Laura acabara en mi boca. Ella aulló de repente y su cuerpo volvió a temblar sin control. Arqueó su espalda hacia atrás y se retorció sobre mi cara. Luego cayó a un costado, totalmente exhausta.Mientras yo disfrutaba de esa dulce concha tan caliente y húmeda, Verónica y Mariana se dedicaron a mantener mi verga bien endurecida…Entonces Verónica dijo que era su turno; ya que ella había sido la primera en preguntar…Yo me alegré, ya que ella era la que más disfrutaba de chupar vergas…Su lengua era una delicia. Arriba, abajo y toda mi pija dura dentro de su delicada boca. De vez en cuando se detenía y me mostraba su lengua, llena de mi líquido pre seminal.De pronto sentí una lengua tratando de penetrar mi entrada trasera. Era Mariana, que parecía ser bastante experta en eso.Esa delicada lengua en mi ano fue el remate. La verga se me puso tan dura que hasta me dolía, pero allí seguía Verónica trabajándola. Le dije que quería cogerla; porque ya no aguantaba más la dureza de mi pija.Ella por supuesto accedió; su grado de calentura era tal que haría lo que le pidiera. Se quitó esa diminuta tanga amarilla y se acomodó sobre mi cuerpo. Luego empezó a descender y pronto sentí que sus labios vaginales se abrían para acomodar mi verga entre ellos. Esta pendeja también era caliente y húmeda como su otra hermanita.Verónica me cabalgó por un buen rato y acabó dos veces jadeando y gritando como loca. Las otras dos la miraban sin poder creer que esa pendeja ...
    ... fuera tan calentona y se moviera tan bien encima de una pija.Apenas desmontó de mi verga, Mariana anunció que por fin era su turno.Me dijo que a ella le gustaba ser dominada por un hombre y eso incluía el estilo perrito, cachetadas en las nalgas, tirones en el pelo y una buena bombeada sin piedad.Al escucharla decir eso, otra vez sentí que mi verga se endurecía al punto de casi explotar.Mariana se puso en cuatro sobre el pasto, aflojó los corchetes de su bikini y me ofreció su concha bien depilada y humedecida.Me acerqué a ella para lamer su labia y lubricarla un poco; pero enseguida supe que no hacía falta. Su vagina era la más mojada de las tres…La tomé por las caderas y empujé la punta de mi pija contra sus labios vaginales dilatados. Entonces la penetré sin ninguna dificultad, mientras Mariana comenzaba a jadear y suspirar. Me exigió que le bombera la concha bien duro y que le azotara el culo mientras le tiraba de sus largos cabellos.Esta vez no pude controlarme por demasiado tiempo. Por suerte Mariana acabó antes y quedó abatida sobre el pasto; mientras yo seguía bombeándola un poco más.Azotarle los cachetes y tirarle del pelo hizo aumentar mi morbo y mi calentura; así que, apenas acabó ella, yo sentí que explotaba dentro de esa vagina hambrienta.Luego me salí de ella y reapareció en escena Laura, a quien le faltaba sentir mi verga en su caliente vagina. Pero ella pronto comprendió que yo no podría empalmarme tan prontoPero, en un tremendo resto de amor propio, en menos de ...