1. Alicia 19/25


    Fecha: 30/06/2018, Categorías: Hetero Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues

    Alicia 19 La carne del asador estaba lista , Peñafiel llamó a los chicos y las nenas ya venían al sentir ese aroma que impregnaba la atmósfera. Se estaban por sentar a comer así nomas pero el tío los retó, tenían que secarse antes. Tomamos unas toallas con Alicia y a ella le tocó el varoncito. Le refregaba la cabeza con poca delicadeza hasta que fue pasando por el resto del cuerpo y llegó al calzoncillo mojado. Naturalmente se lo bajó y mientras pasaba la toalla dejaba escapar comentarios: "este pitito chiquito hay que secarlo bien". Se lo agarraba de la puntita y estiraba como un chicle antes de soltarlo y vuelta a comenzar con el jueguito, parece que le divertía hacer sufrir al pobre pibito. La hermanita miraba la función de reojo, pero yo le enderezaba la cabecita para secarle bien la cara. Cuando llegué a la malla de la nena dudaba si sacarle eso, pero Alicia dijo que me dé prisa, que se enfriaba la comida. No tuve más remedio que bajarle la prendita mojada y mis ojos se clavaron en ese tajito que antes mencionaba su tío. Realmente eran gorditos esos labiecitos, o ese bultito de carne que serían sus futuros labios vaginales. Mientras la refregaba por las piernas y la colita, se me había olvidado usar la toalla y secaba su rajita con el dedo solamente. Al final le tuve que calzar la remerita que oficiaba de vestido, para qué quería una bombachita. Creo que mi ángel desviaba un ojito para mirarme y sonreía pícaramente. Esta vez había sillas de sobra y no pude sentar a mi ...
    ... chiquita en la falda, ella estaba usando todos los cubiertos y parecía una delicada princesita mientras todos nos devorábamos esa carne recién sacada del asador. Estábamos terminado de chupar los últimos huesitos y se vino la nenita cumpleañera a pedirme más gaseosa, yo tenía los dedos grasientos, no era delicado como mi hijita que usaba cubiertos para todo. No tuvo más remedio que treparse a mi falda y servirse ella misma, parecía cómoda estando a mayor altura sobre la mesa y se quedó sentadita allí nomás. Yo buscaba con los ojos una servilleta para mis dedos, pero la chiquita me dijo que eso no se desperdiciaba, que estaba riquísimo lo que había preparado el tío, y me agarró la mano para chuparme los dedos. El tío la miró fijo para amonestarla pero el ambiente fluía alegre y terminamos riendo todos, además estaba cruzando miradas con su hija y parecía que se estaban comunicando, Margarita había logrado abrir un canal para intercambiar mensajes con su papito !! Mis dedos estaban quedando relucientes con esa lengüita, solamente un poco de saliva que sequé con mi camisa, y ya que tenía las manos abajo tomé de la cintura a la criatura para que no se caiga. Al secarme atisbé por la espalda de la nenita para mirar bien ese tajito del inicio de su cola, recién había pasado una toalla por allí pero me daban ganas de secarla nuevamente. Conversábamos de todo, con la risa de ciertas frases se me aflojaban las manos y sin querer aterrizaban en la piernitas que estaban colgando. También ...
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