1. Fey, la mesera de un culo divino: Su primera vez


    Fecha: 20/08/2023, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... dormir conmigo…
    
    -¿A dormir o a algo más que dormir?
    
    -¡Lo que tú quieras!
    
    -¿De veras… lo que yo quiera?
    
    -Si… te prometo no decirte no en nada que tú quieras esta noche.
    
    -¿Debo ir por profilácticos?
    
    -No… no es necesario… yo me cuido.
    
    -Ok… pero recuerda… no me dirás no a todo lo que quiera de ti.
    
    -¡Te lo prometo! Déjame tomar una ducha mientras tu sigue en la cama relajado.
    
    Se tomó unos diez minutos en el baño y salió con un calzón cachetero que pronunciaba aún más el hermoso y escultural trasero de esta chica. Llevaba sus pechos cubiertos por una toalla, donde eventualmente descubriría algunos lunares en su clara piel. Se sentó a la orilla de la cama, se abalanzó para besarme y continuó llenándome de besos por toda la parte frontal de mi cuerpo, hasta llegar poco a poco a mi verga completamente erecta y la que ya llevaba produciendo ese líquido pre seminal y solo me dio una mirada diciendo: ¡Tienes una verga hermosa! Me la imaginaba grande, pero no así de hermosa.
    
    Me dio una felación exquisita, fue un sexo oral erótico. En nada brusco y donde Fey parecía disfrutarlo tomándose su tiempo. Me masajeaba los testículos mientras seguía mamando, llegó en esa posición a la zona del perineo para luego invadir mi ano con su lengua. Realmente era una delicia y cuando sentí que podría venirme al pasar de los minutos, la invité a retribuirle ese mismo placer que ella me había provocado.
    
    Al igual que ella comencé por su boca, pero a diferencia de ella, yo ...
    ... comencé esa invasión de su hermoso cuerpo volteándola boca abajo en la cama. Quería ver ese hermoso culo que tiene y que ese calzón cachetero le hacía verse mucho más voluminoso y me fui en busca de su cuello, besaba sus orejas donde le susurré al oído: Quiero que mi lengua se hunda en tu conchita y saborear tu rico culo con ella… ¿me dejas? -le pregunté. Ella me respondió: ¡Lo que tú quieras… haz lo que tú quieras!
    
    Le besé su cuello por largos minutos, lo que ponía erizo todo el cuerpo de Fey. Un cuerpo de un metro y unos 67 centímetros de altura, unas 130 libras de peso, y cuyo trasero tenía unas buenas libras de ello, pues creo que es lo que más se fijaría un hombre de esta linda y hermosa mujer. Un culo sólido, sin ninguna seña de celulitis… son de esos traseros que yo llamo perfectos.
    
    Me di el placer en removerle ese calzón cachetero y me sorprendí como se miraba de majestuoso cuando Fey encorvo su cuerpo para que pudiera removérselo y me lance hacia él como un loco maniático. Le besé cada milímetro de sus nalgas, hasta llegar a ese camino el cual abrí para contemplar tal divino monumento y no le vi ningún vello en esa zona, parecían las nalgas de una infante, con un ojete rosadito y tierno. Lo saboreé… le hundí mi lengua lo más que pude y Fey solo jadeaba de placer y en esa posición, pude ver como su conchita se derretía, dejando caer a la cama un manantial de sus jugos vaginales.
    
    Le puse unas almohadillas al nivel de su vientre y de esa manera me dejaba más ...
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