1. Ella: El viaje a Grecia


    Fecha: 15/05/2023, Categorías: Anal Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos

    ... cierto orgullo.
    
    Se levantó y volvió a ir al baño. Se metió en la ducha y se remojó para limpiarse la corrida que Santi había esparcido por su cuerpo. Al salir vio que el hombre la esperaba de pie apoyado en el sofá. Para sorpresa de la mujer otra vez estaba empalmado. Cosa que aparte de asombrarle le alegró ya que seguía muy caliente:
    
    -Mmmm… otra vez la tienes dura… –se acercó a él y le empezó a acariciar.
    
    -Te tengo que aprovechar bien –la arrimó hacia él– quiero hacerte una cosa –acariciándole el culo.
    
    -¿…y que me quieres hacer? –Apretándole la polla fuerte –¿Darme por culo? Soy virgen. –Le dijo con cierto reparo.
    
    Subieron a la planta superior donde se encontraba el dormitorio principal. Tenía una gran ventana que daba al mar. Estaba abierta de par en par y se oían las olas. En el centro de la estancia una cama de matrimonio dos por dos donde la mujer se tumbó de manera sensual mientras observaba como su anfitrión se movía con soltura por la habitación. Santi tomó un bote de vaselina de un mueble bajo y se dirigió hacia su “victima”. Levantó las piernas de ella por encima de su cabeza accediendo perfectamente a su ano. Era un agujero oscuro y arrugado. Comenzó a masajearlo con dos dedos al tiempo que untaba el lubricante. A la mujer se le escapaban algunos quejidos cuando introducía los dedos. Una vez que lo tuvo bien lubricado le pidió que se pusiera a cuatro patas con la cabeza apoyada en el colchón y la espalda arqueada hacia abajo de manera que su culo ...
    ... quedara a su merced. La presentadora sintió algo de miedo viendo lo que era ya inevitable:
    
    -Nunca lo he hecho por el culo, de verdad. Soy virgen. –En una petición de clemencia por un arrepentimiento de última hora que ya no tenía mucho sentido.
    
    -Siempre hay una primera vez... –Sentenció Santi.
    
    Miró a su izquierda y se pudo ver reflejada en el gran espejo de la puerta del vestidor. Posiblemente colocado allí para tal propósito. Santi se tomó su tiempo para untarse la polla de vaselina. Luego se colocó detrás de ella, entre sus piernas. Era indudable que no era la primera vez que el hombre hacía esto, así que pensó que estaba “en buenas manos”. Se dispuso a ser sodomizada por primera vez.
    
    Agarrándose fuertemente la polla, Santi puso el capullo en la entrada de aquel hermoso culo virgen. Haciendo fuerza, su polla luchó contra la resistencia y se fue abriendo camino por el recto de aquella tía. Ella se quejaba por el dolor:
    
    -No me cabe. Me duele.
    
    -Relájate. No aprietes el culo –le aconsejaba él.
    
    El hombre, sin importarle las suplicas le dio un buen empujón y se la metió entera, hasta que los huevos chocaron con los gordos labios vaginales. Ella, gritaba y hacía tiempo que se retorcía de dolor mientras el hombre la agarraba con fuerza por la cintura evitando que se pudiera escapar. La periodista se aferraba a las sabanas con las manos y hundía la cabeza en la almohada para ahogar los gritos que le producía el castigo que estaba recibiendo.
    
    Durante unos ...