1. Hombre encantador


    Fecha: 03/05/2023, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... ofrecí los labios empezando a besarnos de manera tímida para, poco a poco, ir tomando ambos la confianza necesaria, la confianza tan necesaria entre dos amantes que llevan tanto tiempo deseando verse, tocarse y amarse. Cogiéndome del cuello y haciéndome ladear la cabeza, pronto entremezclamos las lenguas estableciendo un lenguaje mucho más sensual y lleno de erotismo. Mientras tanto yo lo atraje apoderándome de su poderoso brazo el cual recorrí con los dedos por encima de la fina tela de la camisa.
    
    ¡Tenía tantas ganas de que vinieras!
    
    Yo también de verte –indicó él antes de cubrir con sus gruesos labios mi fina y delicada boca.
    
    Te he echado de menos, mi amor. Estos tres días han sido un infierno sin poder verte, sin poder abrazarte.
    
    Haciéndome callar de inmediato, volvió a besarme en un beso interminable que casi me hizo perder el sentido. Su boca jugó con mi garganta llegando al escote de mi blusilla donde mi pecho desbocado parecía querer escapar a su prisión. ¡Lo deseaba, lo deseaba como nunca había deseado a otro hombre! Deseaba sentir sus labios ardientes, sus fuertes manos reconociendo mis formas, su varonil presencia haciéndome el amor hasta morir… Echando mano a su camisa poco a poco, pero sin poder evitar mostrar la impaciencia que me dominaba, empecé a desabrochar los botones uno a uno, casi arrancándolos.
    
    ¡Dios, bésame muchacho! –supliqué dejándome agarrar el cuello por aquellos largos dedos.
    
    Jean-Luc me besó de un modo grosero, reclamándome la ...
    ... lengua, reconociéndome la boca, metiéndome la lengua hasta la garganta para acabar mezclándolas ambos en un combate salvaje y feroz.
    
    Te deseo… te deseo… ven, déjame que te quite esto –exigí con voz entrecortada mientras mis manos acariciaban la piel del muchacho por debajo de la delicada prenda de vestir.
    
    Mostrándome impaciente y ayudada por él conseguí bajarle los pantalones y el slip hasta las rodillas y, levantando con mis dedos la parte superior de su vestimenta, me dediqué a pasar lentamente la lengua por su estómago, bajando y disfrutando con la zona del ombligo para acabar llenando de besos el vientre cuya piel sentí estremecerse de forma leve. Luego estuve recorriendo el muslo haciéndole notar la suavidad de mis labios, aproximando el aliento de mi boca al sugerente bulto que reposaba semi-flácido por encima del muslo. Jugando con el joven a mi antojo prolongué unos instantes más mi camino dejando deslizar la lengua por la parte interna de sus muslos y por los testículos. Todo ello produjo la rápida respuesta por su parte empezando a dar el oscuro miembro sus primeras señales de vida.
    
    Sin meterlo aún en la boca, me dediqué a pasar la lengua por encima recorriendo el grueso tallo de arriba abajo entre los tenues gemidos que mi amante producía. Me gustaba gozar de aquella imagen, de tenerlo entre mis manos tan indefenso y débil pese a su más que evidente fortaleza. Así estuve un largo rato comiéndole los huevos sin dejar de masturbarle lentamente con la mano, ...
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