1. Una chica punk en una aldea


    Fecha: 22/03/2023, Categorías: Incesto Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... dos litros.
    
    Cenaron, hablaron y después se fueron cada uno para su cama.
    
    A la hora y algo de estar en cama hacían tal ruido los muelles del metálico de la cama de la abuela que despertaron a Tomasa. Le vino a la cabeza lo que os está viniendo a vosotros.
    
    -Estos dos están follando.
    
    Se levantó de la cama, fue a la habitación de su abuela y se encontró con la puerta abierta y la luz pagada. En la oscuridad vio el bulto de un hombre de rodillas detrás de su abuela dándole duro, Luisa, a cuatro patas, gemía en bajito. Oyó cómo le decía:
    
    -Métela un poco en el culo.
    
    Volviendo a su habitación, dijo en bajito:
    
    -Joder, cómo está el patio. El cabrón se está follando a la abuela.
    
    Dos horas tardó en quedarse a dormir, o sea, hasta que los jodidos muelles del metálico de la cama dejaron de hacer ruido.
    
    A la mañana siguiente llegó a la cocina y vio una botella de aguardiente de hierbas encima de la mesa. Su abuela y su primo ya se habían ido a trabajar a la huerta, pues era el tiempo de recoger las patatas. Le quitó el corcho a la botella, olió y echó un trago a morro. Frunció el ceño, limpió la boca con el dorso de la mano y dijo:
    
    -¡Joder cómo pega el orujo!
    
    En esas estaba cuando volvió su primo. Había roto el mango de la azada. Le entró cómo se le entra a una puta:
    
    -¿Cuánto quieres?
    
    -¿Lo qué?
    
    Javier le echó un trago largo a la botella de aguardiente de hierbas y después se acercó a su prima.
    
    -Por joder. ¿Cuánto quieres por joder?
    
    Tomasa ...
    ... reculó.
    
    -¿Se te fue la olla, Javier?
    
    Miró para la olla.
    
    -No, está allí. ¿Cuánto quieres?
    
    -¿Tú no sabes lo que es un incesto, verdad?
    
    La arrimó a la pared con su cuerpo y sintió su polla dura en el vientre.
    
    -Un cesto y una olla sé que es, lo de incesto ya es para estudiados.
    
    Lo empujó con las dos manos, pero fue cómo si empujara por un buey. Javier le levantó la camiseta y vio sus pequeñas tetas con areolas de color marrón oscuro y pequeños pezones, se agachó para comérselas. Tomasa empujando su cabeza, le dijo:
    
    -Déjame, pedazo de mulo.
    
    -¿Cuánto?
    
    -Yo no cobro por follar
    
    -Mejor.
    
    Le mamó una teta metiéndola toda en la boca. Al meter la otra en la boca y mamarla ya dejó de empujarlo. Le dijo lo primero que le vino a la boca.
    
    -No me extraña que te lo quieras montar con una prima si te lo montas con tu abuela...
    
    Le lamió la cabeza por donde la tenía rapada y después, le dijo:
    
    -¡¿Yo?! La jode el Ataulfo, entra por la ventana y no deja dormir en toda la noche. Putos muelles -se agachó y le abrió la cremallera del pantalón-. A ver que hay aquí.
    
    -No sigas.
    
    No le hizo caso. Le bajó el pantalón. Vio su coño rodeado por una gran mata de pelo rizado. Le metió su nariz aguileña en la raja y olió profundamente.
    
    -¡Qué bien huele! -lo lamió con su enorme lengua-. Sabe a pescado.
    
    Tomasa ya estaba cachonda y quería follar con su primo, pero lo disimuló.
    
    -Eres un bruto.
    
    Sonrió y se le puso cara de tonto cuando dijo:
    
    -¿A qué sí?
    
    Le ...
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