1. Tomás, tú sí que me la sabes meter


    Fecha: 21/03/2023, Categorías: Confesiones Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    ... replico Tomás haciéndome una reverencia.
    
    -Pues su brazo espero mi cortés y gentil caballero, para ser escoltada por su merced. –Le volvía a contestar mientras los dos nos reíamos y divertíamos a todos los que nos rodeaban hasta el punto que empezaron a aplaudirnos.
    
    -Gracias, gracias a todos por estos ánimos que nos dan, ahora permítanme que parta con mi dulce y amada dama. –Y abriendo un enorme paraguas negro, me ofreció su brazo y así, entre risas y aplausos nos enfrentamos a la lluvia y al viento.
    
    No negaré que me resulto gracioso, cómico y hasta un poco romántico lo que hizo Tomás, los dos íbamos andando casi abrazados como dos enamorados resguardándonos de la lluvia gracias a su paraguas, llovía tan fuerte que aun así me estaba mojando cuando Tomás tuvo un gesto más amable conmigo y prácticamente me dejo el paraguas para mi sola.
    
    La lluvia empezando a empapar su traje y eso sí que no, podría ser lo que fuera, pero se estaba comportando como un verdadero galán así que le dije de tomar algo en un bar que vimos abierto y esperar a que escampase un poco, pero él me propuso algo mejor.
    
    -Ven a cenar conmigo Lara, me encantaría tanto que aparquemos nuestras diferencias aunque solo sea por un momento, yo te invito a cenar al indio que hay allí. -A lo que le contesté rápidamente.
    
    -De acuerdo, acepto Tomás.
    
    A la vuelta de la esquina había un restaurante Indio, justos a escasos metros de mi casa, ya lo conocía, pero nunca había estado, era sitio pequeño y ...
    ... las especias se olían según entrabas, algo oscuro iluminado con velas en las mesas, pero la verdad que era un sitio muy bonito y romántico.
    
    Tomas era un chico muy guapo y aquel día más, con un traje gris marengo, una camisa azul clarita y una corbata azul oscura, la verdad que no sabía cuando ni porque habían empezado nuestras rencillas, porque de cerca y tratándolo era un chico muy educado, correcto y culto con el que se podía hablar de casi cualquier cosa, aparte de buen amante como ya me demostró.
    
    La cena transcurrió hablando de todo un poco, con risas y miradas de complicidad, no sé, me encontraba muy a gusto con él, estaba disfrutando tanto de la velada que el tiempo paso sin darnos cuenta, al pedir la cuenta los dos fuimos a cogerla a la vez y nuestras manos se rozaron, la sensación que tuve fue un escalofrío que me recorrió en cuerpo, algo muy agradable.
    
    Él tenía su mano sobre la mía y no la soltaba, mirándome con esos ojos azules que tiene, empezó acaricias mi mano, me sentía nerviosa, pero me gustaba, levante mi mano y nuestros dedos se entrelazaron y empezaron a jugar, levante la otra mano buscando la suya hasta que la encontré y Tomás me miraba diciéndome lo guapa que estaba aquella noche.
    
    Al salir del restaurante ya no llovía, hacía frío, pero el viento había cesado y nosotros nos besábamos en el portal de mi casa, era un pequeño apartamento que tenían mis padres en el centro de Valencia y desde que me independice mis padres me lo cedieron y sin saber ...
«1234...»