1. Mi última Sonata


    Fecha: 18/03/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... queja.
    
    szaaaassss “Siete, gracias, mi Ama”. Cada vez el dolor se agudizaba y se hacia más insoportable.
    
    szaaaassss “Ocho, gracias, mi Ama”. Y las lagrimas de dolor corrían por mis mejillas, pero sin queja.
    
    szaaaassss “Nueve, gracias, mi Ama”. Pero las lagrimas se estaban convirtiendo en sollozos.
    
    “Que no te oiga lloriquear, o tendremos que empezar de nuevo el castigo. Entendido”.
    
    “Si,mi Ama.” respondí prontamente.
    
    szaaaassss “Diez, gracias, mi Ama”. Y apretando la boca y los dientes, resistí sin quejarme ni sollozar.
    
    “Incorporate, y agradece y besa la fusta y la mano que te educa.”
    
    Me incorporo y beso la fusta y la mano de mi Ama, al tiempo que digo “Gracias, mi Ama”
    
    Mientras ella ha abierto su falda, que esta partida por la mitad, y veo con mareo todo el toisón dorado que cubre su entrepierna, pues debajo de la falda no lleva nada.
    
    “Como has soportado correctamente el castigo te mereces un premio, por ello te permitiré que beses y huelas mi flor del placer.
    
    “Gracias, mi Ama” digo al tiempo que ella me coje por los pelos y me ...
    ... acerca a aquel toisón dorado, al que beso con profusión y me lleno de un olor que ya nunca más olvidaré.
    
    Ella aparta mi cabeza de su bajo vientre y yo enardecido por el sabor y olor de su coño digo con espontaneidad y entusiasmo “Muchas gracias, mi Ama, agradezco que me haya convertido en su esclavo”
    
    Lo dije por que así lo sentía , tenia una sensación de plenitud y agradecimiento que me embargaba y todo ello gracias a mi Ama.
    
    “Veremos si me eres útil” me contesta.
    
    De momento quedate aquí de rodillas hasta que yo vuelva”.
    
    Y dando media vuelta se aleja hacia unas escaleras que hay al fondo de la sala y desaparece de mi vista.
    
    Yo estoy desconcertado y no atino a situarme en el momento. Me veo de rodillas, pienso, ¿que hago de esta guisa? y por que no me levanto y me marcho de esta casa. Pero una fuerza desconocida hasta entonces me tiene atado al suelo donde mi Ama me a dejado.
    
    Así va pasando el tiempo y yo me veo incapaz de reaccionar.
    
    Ahora mientras escribo y recuerdo estos momentos, noto como mi sexo lubrica solo con el recuerdo de mi sumisión. 
«1234»