1. Celebración en altamar


    Fecha: 17/03/2023, Categorías: Confesiones Autor: Lustsins, Fuente: CuentoRelatos

    ... hacen que una se encabrone y ya entendía porque Carla alardeaba tanto de su manganzón. Esa lengua llegaba tan dentro de mi como ninguna otra lengua lo había hecho antes, hacía que mis piernas temblaran, yo solo podía aferrarme bien al pasamanos, sentía que de tanta emoción podría caer sobre la borda. Carla por otro lado, chupaba y mordía mis nalgas con cada ir y venir. Ese cosquilleo se sentía fabuloso. Disfrutamos de esa posición y luego coincidimos en cambiarnos para no cansarnos.
    
    Joe me ordeno acostarme boca arriba, así lo hice. Me recosté, abrí bien mis piernas, las sostuve con mis brazos por detrás de las rodillas, Joe se acomodó encima de mí y por un momento dudé si estaba lista para recibir su penetración, pero mis nervios me traicionaban, él no hizo eso, más bien le ordeno a Carla acostarse a su lado y le indico como comerme. Vaya, esto sí que sería interesante. Tendría mi mejor amiga, una estupenda traga polla haciendo novatadas en mi chochito, veamos que tan bien lo hace. Carla alineo su rostro con mi entrepierna y bajo el comando de Joe comenzó a darme placer. Cerré mis ojos y solo me dejé llevar contemplando como el sonido de la voz de Joe concordaba con la lengua de Carla, eran como una orquesta, tocaban las teclas como era, en armonía, sin desentonar. Que bien lo hacia mi amiga, comenzaba a sacarme gemidos. Esta vez era yo quien hundía las uñas en su cabeza y miraba sus ojos sin perder un solo registro de aquel momento. Aquello era fenomenal, esa carita ...
    ... bonita se veía bellísima lamiendo mi pepita. Y cuando pensaba que no podía tener más placer, Joe giro mi torso hacia un costado y con el mismo envión, giro mis piernas de 180 grados a 90, como si se tratase de coordenadas en un trazado cartográfico. De esa manera dejo abierto de par en par mi hoyito posterior, el cual se dispuso a comer al mismo tiempo que Carla disfrutaba mi mojada vagina.
    
    Wow! esto sí que era un placer increíble, me vi de vuelta virando los ojos en blanco hacia el cielo. Ahora tenía una mano hundida en Carla y la otra en Joe. No podía controlarme, los espasmos se apoderaron de mí y con unos grandes gemidos y gritos de placer me corrí en sus bocas. No paraban de comerme y solo eran olas y olas de placer redoblando cada espacio de mi cuerpo. Tanto lo había intentado y jamás lo había conseguido, pero estos dos extraños para mi cuerpo lo habían logrado en tan solo mediodía. Habían conseguido múltiples orgasmos, los cuales hacían palpitar y humedecer mi chochito. Cada caricia era como una descarga eléctrica seguida de un cosquilleo. Seguía yo por mi viaje a las estrellas, pensando que descendía cuando sin darme cuenta sentí la flamante tranca de Joe penetrarme lentamente.
    
    Mire hacia el frente y entre mis piernas podía notar el torso de Joe junto al mío. Veía como su trozo abría paso hundiéndose en mi apretado coño. Sujetaba mis caderas con ambas manos, mientras Carla abría ambas de mis piernas con sus manos. Las sostenía en alto dándole un excelente ángulo de ...