1. La pasión de Silvia


    Fecha: 13/03/2023, Categorías: Sexo con Maduras Autor: hecmat20, Fuente: CuentoRelatos

    Han pasado 5 años desde mi último beso con Silvia, ella era una mujer de caderas semi-anchas, de tetas cortas pero con sonrisa contagiosa. En ese entonces ya la conocía por más de 10 años y siempre me pareció atractiva, incluso en el periodo cuando engordó resultando en un culazo que admiraba cuando su “esposo” no me veía. Silvia de lejos era una mujer recatada, buena madre, fiel a su religión y con mucho gusto a los dulces, lo que no me esperaba más adelante fue que en sus propias palabras, sea “una puta en la cama”.
    
    Todo comenzó como un juego en días/meses en que los dos estábamos cachondos. Ella me lleva 10 años y a sus 43 estaba divina, durante 4 meses la saludaba con un beso en la mejilla que cada vez se acercaba milímetros hacia su boca. Tenía la fantasía de robarle así un beso y esperar una sonrisa o una cachetada. Quería mostrar que la deseaba. Ella ni idea de mis intenciones, siempre andaba concentrada en su trabajo o sus hijos. Siempre noté algo raro cuando estaba con su esposo, ellos interactuaban de una forma compleja que no podía descifrar. Éramos “amigos” a pesar que el esposo me caía mal cada día más, quizás porque envidiaba que este con tremenda mujer siendo el… ni feo ni guapo. Me gustaba que me visitaran, por ver a ella.
    
    Eran finales de año y la conquista de otra mujer madura se cayó, dejando a Silvia como último foco de mis intenciones. Comencé haciéndome amigo en su social media, y a pocos hubo la suficiente confianza de comentar en sus fotos y ...
    ... hablar en privado. La hacía reír según ella “como no lo hacía en años” dándome a entender entre otras conversaciones, que la relación con su esposo estaba muerta.
    
    Seguimos conversando en privado, muchas veces en doble sentido. Ella le entraba al juego y cuando venía a visitarme con el esposo, estaba mejor arreglada y apretada. No era el único en casa, ella se quedaba conversando con mi prima y yo tenía que soportar al esposo mientras sus niños jugaban. Miradas de lejos, conversaciones privadas. Teníamos un secreto erótico. Pero ni tan secreto, porque la tonta le comentó a su “esposo” que yo era muy divertido y no se esperaba que la hiciera reír tanto. No me importo mucho que compartiera eso con él, pero fue algo muy extraño.
    
    Pasaron las fiestas de fin de año, ella después de muchas pruebas que me hacía para ver si me atrevía a ponerle los cuernos a su esposo, resultó ser que ellos ya estaban divorciados, pero viviendo juntos. Llevando una vida a aparentemente perfecta, pero sin ninguna relación, solo para que los niños tengan padre y madre. El ex, le había puesto los cuernos a ella 4 veces y la cuarta fue la vencida, a pesar que él lo sigue negando hasta ahora. Ella me contaba que nunca se le había pasado por la mente tener otro hombre, dormía bien abrigada y el ex, dormía desnudo, pero nunca en esas noches de calentura tuvieron más sexo (según ella). Fueron 4 años que ella no sentía una polla dentro y comenzó a tener sueños calientes dónde se mojaban sus braguitas y ...
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