1. Las aventuras de L: Cómo he acabado aquí (Parte 1)


    Fecha: 11/03/2023, Categorías: Confesiones Autor: LdePromiscua, Fuente: CuentoRelatos

    ... forma de mi vecino, a quien me referiré por J, un chico de mi edificio un poco mayor que yo y con el que tenía buena relación. El chico es atractivo no, lo siguiente, muy guapo, piel bronceada, ojos verdes, pelo negro que parece que siempre está en perfecto estado y un cuerpazo perfectamente cuidado de gimnasio y luego esta su personalidad, es majo y tal, pero tiene un puntito de chulito y malote que siempre han sido mi perdición, mi punto débil son los malotes. Desde que llegue al edificio siempre habíamos tenido muy buen rollo, confianza y hasta flirteo, pero nunca sospeche que pudiera pasar de ahí.
    
    Todo sucedió un día que yo salí a hacer la compra sola ya que mi hermana era la que había hecho la escapadita de turno para estar con el respectivo y estaba bastante hecha a la idea de que iba a tener una velada solitaria ese día, no podía estar más equivocada. Lucía una camiseta de tirantes de color negro bastante escotada, como era de tejido grueso decidí no llevar sujetador, tras tanto tiempo sin usarlo me molestaba una barbaridad, una falda holgada de color blanco que me llegaba más o menos hasta las rodillas, unas braguitas normalitas de color lila y unas sandalias para ir con los pies al aire, ya llegaba la primavera y se empezaba a notar el buen tiempo así que, aunque fueran unos momentos necesitaba sentir el sol en mi piel.
    
    En ese momento me encontré a J bajando de la azotea hacia su apartamento, como es un chico muy deportista nos pidió permiso para subir a la ...
    ... azotea para poder hacer algo de ejercicio al sol y, dado que somos pocos vecinos, no nos pareció mal. En mi caso, desde una de las ventanas podía verlo incluso, y no os hacéis una idea de, estando lo bueno que está, lo caliente que me ponía. Estaba empapado en sudor de sus rutinas y demás, ese olor a hombre y su ropa ajustada me pusieron a mil. El caso fue que hubo el clásico saludo formal preguntado como estábamos y como iba todo y empezamos a hablar bastante más largo y tendido. Yo no soy tonta y noté perfectamente como me revisaba de arriba abajo, no paraba de mirar hacia mis pechos, cosa que me alagó, la verdad es que me gusta sentirme deseada. Como entre ambos hay muy buen rollo y feeling la conversación se estaba estirando como si de un chicle se tratase, supongo que con las limitaciones de contacto y demás, por lo menos hablar con alguien era mucho de agradecer.
    
    Pasado un tiempo y dado que la conversación no tenía pinta de acabarse pronto acabamos acordando irnos al apartamento de uno de los dos para seguir hablando y ya de paso tomar algo para desconectar de toda la situación. El suyo fue el elegido ya que, por un lado, tenía bebida y por otro al vivir solo habría menos problemas. En ese momento, aunque estaba muy caliente diría que no había ninguna malicia en mis pensamientos de estar con él, pero he llegado a un punto en el que ni yo misma estoy segura.
    
    Aunque era muy temprano, como media mañana, propuso empezar a beber del tirón. Yo, teniendo en cuenta, que no ...
«1234...»