1. Mi maestro


    Fecha: 25/02/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... para darse cuenta de mis pensamientos. De ver que cada vez que me miraba inconscientemente miraba al suelo avergonzada, por que me imaginaba esos labios sobre mi cuerpo, esos ojos mirándome mientras me follaba una y otra vez, y mirar sus manos me hacía estremecerme pensando en lo que podría hacer con ellas.
    
    Me estremecí y me imaginé una sonrisa en sus labios. "¿De verdad me lo había imaginado?" pensé.
    
    No pude concentrarme en toda la puta clase y lo único en lo que podía pensar era en estar a solas con él, en que la lengua se me iba a trabar, me iba a sonrojar e iba parecer una imbécil...
    
    Sonó el timbre.
    
    Casi por inercia, y rezando para que no se acordara me metí en la fila de compañeros que salían por la puerta, pero no funcionó. Noté la mano de mi profesor agarrarme el brazo suavemente y tirar de mi para sacarme de ahí.
    
    Cuando la clase estaba vacía cogió una de las sillas de la primera fila y, sorprendiéndome la puso al lado de la suya. "Siéntate". Lo hice, sabiendo que a un profesor hay que obedecerlo y darle respeto.
    
    Negué con la cabeza. Sinceramente no tenía idea alguna. "Hablábamos sobre el infierno de Dante, los pecados capitales y hoy dimos más importancia a la Lujuria". Tragué saliva, nerviosa, excitada, intrigada... pero por mucho que intentaba estar atenta mis ojos se iban a sus manos, las cuales movía del libro y dejaba a la vista sus pantalones. No pude evitar centrar mi vista en su paquete, hasta que me di cuenta que me estaba mirando y retiré ...
    ... la cara que me ardía en rojo.
    
    Podía notar la calor de su cuerpo pegado al mio, como sus ojos se clavaban en mi y como sus manos casi me rodeaban.
    
    Empecé a leer " El segundo círculo del Infierno se encuentran aquellos que han pecado de lujuria. Dante condena a estos "malefactores carnales" por dejar que sus apetitos sobrepasaran su razón." Tragué saliva, notando como su mano me acariciaba el brazo y me impulsaba a seguir leyendo " Estas almas están condenadas a ser impelidas por un fuerte viento que las embiste contra suelo y paredes, las agita y las hace chocar entre ellas sin descanso, de la misma forma que en vida se dejaron llevar por los vientos de la pasión." Esto último me costó leerlo, no podía articular palabra cuando la mano de mi profesor se posaba en mi muslo y me acariciaba suavemente hacía arriba, poniéndome más nerviosa de lo que por sí ya estaba
    
    .
    
    Respiraba con dificultad. Y era más que evidente que ansiaba lanzarme sobre él pero algo me decía que no debía, por mucho que quisiera y fantaseara, ahora a la hora de la verdad, no podía moverme.
    
    Apreté los muslos cuando sentí su mano entre ellos y sus palabras tan cerca de mi cara. Tragué saliva mirando abajo, viendo como su mano me manoseaba, como iba acaparando más parte de mi cuerpo y familiarizándose con él.
    
    Todas sus absurdas preguntas dichas con ese tono tan sumamente atrayente me estaba desmoronando y poco a poco iba aflojando las piernas dando paso a su mano para que... me hiciera lo que ...