1. Entré a su departamento y vi cómo le hacían el amor


    Fecha: 24/02/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: profelocutor, Fuente: CuentoRelatos

    ... había luz y yo me aseguraba de no dejarme ver.
    
    Pero al momento que intenté hacerlo, escuche al amante desenfrenado jadear y comenzar hacer quejidos propios que daban muestra que ya iba acabar, que su semen estaba pronto a correr por toda aquella espalda o dentro de ella si así lo deseaba.
    
    -Aahhh!
    
    -“Claudia”, que rico es tu coño!
    
    -Ooohh!
    
    -voy acabar!
    
    Esos quejidos presagiaban que ya no había tiempo para nada más. Quise detallar una vez más aquellos cuerpos desnudos y hermosos -desde el punto de vista artístico, la escena parecía sacada de una película erótica; ya que la luz que se reflejaba en ellos, así lo dejaba ver- imaginé.
    
    Ella con sus cabellos largos azabache, en la posición de cuatro, por demás hermosa, gemía, susurraba, estaba siendo feliz, gozaba, ella también estaba acabando y a pesar de ser un poco menos espontánea y atrevida, disfrutó la cogida que le hizo su amante. Indudablemente que las curvas de su cuerpo eran hermosas y de verdad provocaba amarla.
    
    Siento que fue tímida, ya que sus susurros y quejidos eran un poco menos y no gritaba y en ocasiones los ahogaba con su almohada. Tal vez se cohibía por pena a que le oyeran sus vecinos; pero la tele, -magino yo- estaba encendida con la idea de esconder cualquier gemido o grito, por eso pienso que hacer el amor era para ella motivo de timidez y/o tal vez no tenía la confianza al cien por ciento con su pareja y desatar todo ese deseo que pudo tener por dentro. –Siendo ella me hubiese dejado ...
    ... coger como nunca y hubiese gritado, llorado, gemido y meneado a reventar -Tal vez mí excitación me hizo pensar así-.
    
    Finalmente, él dejó saber que había terminado, ya que sus movimientos, susurros y quejidos fueron muy seguidos, a la vez que, con movimientos y espasmos lo dejaba ver.
    
    -Aahh, aaahh, ooooh!
    
    Terminó dentro de ella y depositó todo su semen en su coño, al momento que ella susurraba:
    
    -Oohh! Cariiñooo!
    
    Se dejaron caer sobre la cama cansados, habían terminado de amarse.
    
    Yo aproveché y me deslicé con cuidado hacía atrás con la idea de no hacer ruido y regresé por donde entré, tomé la bolsa que había puesto sobre el mesón de la cocina y salí. No sin antes cerrar la puerta con cuidado y recostar la reja casi como cerrada.
    
    Me subí al auto aún con mi sangre hirviendo y aquel miembro parado y adolorido por tanta excitación.
    
    Quise encender mi vehículo pero con aquella excitación aproveché y saqué mi pene; inmenso, latente, parecía un tronco. Al momento recliné mi asiento hacia atrás allí mismo y comencé a masturbarme. A darme pajas pensando en ese momento que acababa de presenciar. No me fue difícil pensarlo porque estaban vivas las imágenes que acaba de ver y así poder bajar la enorme presión de aquella pija que me exigía satisfacción.
    
    -OooH!
    
    -Qué rico!
    
    Me daba aquella rica masturbada tan gloriosa por demás.
    
    Mi pene no tardó en escupir una buena cantidad de leche.
    
    -Aaaahh! Acabé rápido.
    
    Tuve que tomar una toalla que siempre cargaba en ...