1. Cumpleaños feliz.


    Fecha: 24/02/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... toda. ¡Dios! ¡Joder! Qué bueno… me vas a reventar hijoputa… pero… esto… esto e lo meto yo entero por mis muertos… ¡DIOSSSS!!!!
    
    Carmín empezó a empalmar sus orgasmos uno tras otro. Ninguno nos explicábamos cómo pero había conseguido clavarse aquella cosa casi entera. Apenas sobresalían dos o tres centímetros de polla desde nuestro punto de vista y el dolor debía mezclarse con el placer, porque a Carmín le corrían lágrimas por las mejillas. Sin embargo estaba decidida a aprovechar su regalo y seguía follándose a Esteban con ganas. Ni nosotros ni ella llevábamos la cuenta de cuantas veces se había corrido ya, no menos de cinco, pero seguía moviéndose como una loba poseída de lujuria. Esteban sudaba y jadeaba, pero aguantaba como un campeón.
    
    Pedro y yo estábamos como absortos. Era un espectáculo digno de una peli porno de las caras. Eso sí, nuestras poyas estaban duras como piedras, saliéndose por la cinturilla del bañador. Leona cazó una con cada mano.
    
    -¡Eh, pasmaos! Ya vale de mirar, que yo también estoy cachonda y, o me atendéis o le quito su regalo a Carmín.
    
    Pedro respondió sacándole las tetas del biquini y mordiéndoselas con ansia y yo le empecé a comer la boca. Ella entretanto empezó a pajearnos a cada uno con una mano. Por supuesto somos unos caballeros, así que le facilitamos la tarea quitándonos los bañadores. Leona se metió en el agua y empezó a comerse nuestras poyas haciendo honor a su nombre, chupando una mientras pajeaba la otra cambiando, incluso en ...
    ... algún momento nos hizo ponernos de pie para meterse los dos glandes a la vez en la boca. Nos estaba poniendo cardíacos y llegó un momento en que Pedro no aguantaba más. Se salió de la piscina y sacó a Leona. Se tumbó, la puso a ella encima y le atravesó el coño de una estocada. Leona soltó un rugido y luego empezó a ronronear de gusto.
    
    -Sí, así… vamos Lefa, fóllame… tú… también.
    
    Me fui para allá y sujeté las caderas de Leona. Como pude metí mi poya en su coño, que ya estaba casi atrancado con la poya de Pedro. Leona gemía y chillaba de gusto mientras Pedro y yo le abríamos un túnel literalmente con nuestras herramientas. Tan estrecho y húmedo. Miré hacia donde estaba Carmín. Esteban le había dado la vuelta y ahora se la estaba follando desde atrás, las rodillas en el suelo, sujetándola por las tetas y comiéndole, el cuello, la oreja y la boca. Saqué mi poya empapada de flujos del coño de Leona y, antes de que pudiera protestar, apoyé la punta en su culo. Me miró sonriendo con lascivia como diciendo ¿a qué coño esperas? Así que empujé poco a poco. Su culo se resistía, pero un anillo, dos, tres, traspasé su esfínter. Una vez dentro el glande el resto del miembro entró solo, hasta el fondo. Mi pubis chocó con sus nalgas con un sonido de palmada, el mismo sonido que hacía el pubis de Esteban chocando con las de Carmín, que seguía gimiendo y corriéndose una y otra vez. Sin perder el espectáculo de vista empecé a bombear el culo de Leona acompasando mi ritmo sin darme cuenta con ...