1. Cumpleaños feliz.


    Fecha: 24/02/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Era el día del cumpleaños de Carmín y decidimos celebrarlo con una pequeña fiesta (ya me entendéis). La tarde antes fuimos al súper y compramos lo necesario para preparar una buena barbacoa (pero barbacoa de verdad, como me enseñó un amigo de Río de la Plata: “vos estás quemando carne en una parrilla, no haciendo una barbacoa, vení y aprendé”) y bebidas como para abrir un bar. Ya sabéis lo exagerados que somos los españoles cuando compramos cosas para montar una fiesta.
    
    Vendrían unos cuantos familiares y amigos, entre ellos Pedro y Leona, de modo que la fiesta tendría su “post-fiesta”. Carmín llevaba un traje de baño negro con un pareo a juego y Leona un vestido blanco ibicenco con un bañador blanco debajo. Ambas estaban preciosas y elegantes. Sexys pero “decentes”, que había críos y persona mayores y no podíamos estar lo cómodos que nos gusta, pero reunirse con la gente importante de tu vida vale un pequeño esfuerzo.
    
    A eso de las once empezaron a llegar todos.Nos alegraba tener allí a todo el mundo. Risas, baños, comida y bebida para todos, tarta, canto de cumpleaños feliz, regalos, más bebida, más comida, música, ya os imagináis. A eso de las diez de la noche todos empezaron a marcharse, ya que tenían hasta una hora de coche y al día siguiente era lunes, de modo que alguno tenía que trabajar aunque fuese agosto. Poco a poco nos íbamos quedando cada vez menos, hasta que al final nos quedamos sólo los cuatro.
    
    Eché unos cubatas, y los llevé a la piscina justo ...
    ... cuando los últimos invitados se marchaban. Pedro aprovechó para llegar al coche a por algo. A su regreso traía un par de bolsas de una conocida marca de lencería y trajes de baño de calidad.
    
    -¡Ahora sí! ¡Aquí está mi regalo! No es de los que se pueden abrir delante de mamá -nos echó un guiño.- Pero creo que te gustará Carmín. Y para mi mujercita también, que vayáis conjuntadas.
    
    Pedro entregó una bolsa a cada una y ellas le agradecieron con un morreo cada una. Abrieron las bolsas y sacaron triunfalmente los paquetes. De dentro salieron dos biquinis brasileños de esos que son apenas unos hilos que sostienen unos triángulos de tela que se pueden ensanchar para tapar decentemente o reducir a unas tiras que tapen justo menos de lo imprescindible. El de Carmín con un estampado de colores brillantes para contrastar con su piel morena y el de Carmín en un elegante verde botella metalizado que iba de muerte con su piel y cabello pelirrojo.
    
    Ambas se fueron para dentro a cambiarse y mientras sonó el timbre del chalet.
    
    -Ah, ese debe ser Esteban. Me he tomado la libertad de invitar a un amigo especial a nuestra post fiesta, Tú me entiendes- y nuevo guiño.
    
    Pedro y yo fuimos a abrir. En la puerta, en efecto, estaba Esteban. Más de metro noventa, cuerpo fibrado de gimnasio, aunque no musculado hasta el exceso. Vestía camisa y pantalón blancos que contrastaban con su piel negra. Porque Esteban es de origen guineano. Su familia emigró cuando se produjo la independencia a España. ...
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