1. Primer beso, sexo y orgasmo


    Fecha: 15/02/2023, Categorías: Primera Vez Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... piezas de color verde olivo. Con su altura y semblante atlético se miraba espectacular, era la que atraía la mirada de los muchachos que estábamos ahí, especialmente que era bien conocido que ella no tenía novio. Su cabello espeso quebrado y oscuro siempre lo lució corto y tenía un cuello delgado y de tez clara donde siempre se le veía una cadena de oro y como medalla una rosa. Se le miraba sensual. Era muy bonita, pero lo que más me gustaba de esta chica era esa sonrisa dulce y coqueta. Sus labios eran simétricamente gruesos y usaba este color rojo en sus labios que siempre me dieron los deseos de besarla.
    
    Aquella tarde después de haber pasado nadando en la piscina, ya para eso de las siete de la noche y que nos preparábamos para hacer un baile en la sala, salió Ximena vistiendo un pantalón corto color blanco, donde se le miraban esas piernas sedosas y atléticas que tenía, una blusa color negra que le caía sin llegar a cubrirle el ombligo, calzaba zapatos tenis y todos nos pusimos a bailar el uno con el otro. No era cuestión de parejas, todos bailábamos con todos, pero sin la intención de presumir, éramos Ximena, mi amigo y yo, los que por tener esa sangre latina sobresalíamos en el baile.
    
    A eso de las diez de la noche salí a refrescarme a solas cerca de la piscina, pues con ese ambiente y el ponche alcoholizado se sentía mucho calor. No sé si me siguió, pero segundos después la veo aparecer a Ximena. Hice como que no la había visto y caminé a paso lento hacia un ...
    ... lado de la casa por donde estaba realmente oscuro pues había dos árboles de naranjos o de cítricos. También se podía salir por ahí, había un portón, pero la mayoría habíamos entrado al otro costado de la casa. Ximena se acercó por la entrada del camino y me preguntó:
    
    - ¿Qué haces allí?
    
    - ¡Refrescándome… meditando! -le respondí.
    
    - ¿Te puedo hacer compañía? -me preguntó.
    
    - ¡Si no le temes a la oscuridad… ven!
    
    La verdad que estaba muy oscuro, que apenas uno se podía ver sus propias manos. La vi caminar con desconfianza y me le acerqué y la tomé de las manos. Esos ponches si estaban bien cargados; yo que estaba acostumbrado a tomar alcohol sentí que me habían hecho efecto y creo que lo mismo sentía Ximena. Cuando la tomé de la mano sentí su nerviosismo, quizá pensaba de qué diablos hacía ahí conmigo. No la dejé pensar mucho y la besé en sus labios y ella había correspondido. Nos besamos como cuando se besan unos jóvenes… eso éramos. Besándola intentaba tomarla de sus nalgas y algunas veces bajé hacia sus piernas pues usaba pantalones cortos y quería sentir su piel. Ella cada vez que lo intentaba me llevaba mis manos a su cintura y recuerdo que me dijo: ¡Pareces un pulpo!
    
    Nos besamos apasionadamente por largos minutos y a la vez le besaba el cuello. Quería llegar a sus pequeños pechos, pero ella no me lo permitió y no sé cómo pasó, pero posteriormente estaba frente de mí y la tenía por sus espaldas. Le continuaba besando el cuello mientras que con mis manos frotaba ...
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