1. Bitácora de una fantasía (Partes 1, 2 y 3)


    Fecha: 10/01/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: FernandoV, Fuente: CuentoRelatos

    ... de la boca, lograbas tragar mi pene y me ponías ansioso.
    
    Subiste a besarme con tu boca llena de los fluidos que le sacabas a mi pene y nos besábamos, bajaste y colocaste tu vagina sobre mi pene y te movías hacía delante y hacia atrás, usabas la técnica de brochar el pene excitándome al máximo para ponerlo a babear y con tus manos lo agarrabas para pintar tu clítoris de ese fluido y metértelo en la vagina, ahí te penetraba y lo sacabas una y otra vez.
    
    Mientras te agarraba las nalgas y las apretaba tú te movías más rápido, luego te lo sacaste y me lo chupabas dándole lengua por todas partes.
    
    Te volteaste poniéndome tus nalgas frente a mí y te lo metiste de nuevo agachándote para que yo pudiera ver cómo te entraba mi pene en tu vagina, disfrutaba cada centímetro que entraba viendo tus nalgas y tú vagina tragar mi pene.
    
    En ese momento te subí las nalgas pues estaba por venirme y lo saqué y tú te volteaste para sacarme la leche y echarlo en tu boca, te pedí que le dieras brocha de nuevo y lo hiciste conjuntamente te lo metías y dabas brocha, ahí me vine y te eché toda la leche en los labios de tu vagina, tu seguías dando brocha y metiéndotelo, bajaste y te metiste embarrado de semen el pene en la boca dándole lengua hasta secarlo por completo.
    
    Tercera Bitácora
    
    : La dama reaparece. Día 22 Abril, siendo las 7:44 am.
    
    Recostado en mi camerino por costumbre antes de poner pie fuera de la cama, analizo los planes del día, pero algo perturba mis ...
    ... emociones.
    
    Recordé que había soñado con "la dama de honor" siendo un sueño interesante e intenso a la vez que me dejó perplejo ante los sucesos.
    
    Estando yo reparando una madera de la casa que con mis propias manos construí, un semblante se me avecina a espaldas, allí agachado siento el aliento cálido en mi cuello donde recibo un beso.
    
    Con sus manos tibias me cubre los ojos levantándome, dándole la espalda me sigue besando el cuello transmitiéndome de manera no verbal su cálido aliento, emanando cierta tranquilidad en mi afán de vida.
    
    La deseaba tanto que me sentía confuso entre el que hacer día a día o tan solo pensar en ella, me parecía su presencia a ni desear ser nadie más a no querer tener nada más que ese aliento, el mismo que te relaja, ella posee cierta coraza que impide que te aflijas ante el mundo y sus adversidades.
    
    La tomo de la mano y sin medir palabras la llevo dentro de la casa, a partir de entonces me dedico a dirigir la orquesta, colocándola en mi escenario la siento en la cama y le cotejo su cabeza a mi pecho, acariciando su pelo lo beso, coloco mis manos entre sus oídos para subirle la mirada hacia mi, en ese instante mirándonos fijamente aún sin la menor excusa de emitir sonido alguno ni todo de palabras ella se encarga de ir bajando mis pantalones hasta lograr sacar el miembro erguido y dispuesto.
    
    Asoma su rostro tan cerca para darle lengua con tanta lentitud haciéndome logrando que mi pene saque fluidos, los cuales los lame y da gemidos de ...