1. Mi primera vez (algo no planeado)


    Fecha: 07/01/2023, Categorías: Primera Vez Autor: BananaVerde, Fuente: CuentoRelatos

    ... despertaron y me escondí bajo la cobija.
    
    —Hola —saludó una de ellas y Atziry les explicó lo que estaba aconteciendo.
    
    —Ustedes sigan en lo suyo, sin pena. Somos muy abiertas —dijeron ambas a su manera y procedieron a meterse a bañar juntas.
    
    Yo continuaba apenado, pero Atziry trataba de tranquilizarme para seguir follando. En eso, ambas chicas salieron de bañarse y se vistieron rápido para salir. El departamento estaba solo para nosotros dos, pero le pedí a Atziry que siguiéramos cogiendo ahora en el baño mientras nos duchábamos y ella aceptó, pero primero encendió una bocina para dejar que se escuchara música a alto volumen.
    
    Al entrar al baño le pedí que se hincara y comencé a penetrarla así en cuatro, pero ella no pudo seguir porque el suelo era un poco rasposo para sus rodillas, a pesar de que era su posición favorita. Prefirió levantarse y que lo hiciéramos de pie y ella empinada. Yo accedí sin negarme y proseguí cogiéndomela.
    
    —¡Ay, papi! Me encanta cómo me coges.
    
    —¿Sí te gusta, mami?
    
    —¡Sí! ¡Ay, dame más duro! ¡Más, más!
    
    La tenía tomada de la cintura y la embestía muy duro, pero me dieron ganas de recoger su largo cabello y tirarlo al mismo tiempo que la penetraba. Fue una sensación bastante placentera verla empinadita y gozando que me la cogía. De pronto, cayó una canción y ella me pidió que me detuviera y empezó a mover su culo al ritmo de la música mientras la tenía enterrada. ¡Qué delicioso fue eso! El género de la canción me pareció como ...
    ... urbano pero sentir sus nalgas golpeando mi pelvis al mismo tiempo que el bombo en la canción fue bastante rico, pero cayó la siguiente canción y me pidió que me moviera al ritmo de ella.
    
    Para ser sincero, hice lo que pude, tratando de imitar una cogida suave cuando la canción sonaba despacio y más fuerte cuando la música sonaba intensa. Al parecer ella lo disfrutó y en algunos momentos ponía sus manos en mis muslos para ayudarme.
    
    Posteriormente, le pedí que me dejara hacerle un oral, pero, extrañamente, ella no quiso. Entonces, le pedí que me lo hiciera a mí y tampoco quería, pero se animó finalmente, aunque solo lo hizo por escasos minutos. Luego quisimos coger sobre la taza del baño, ella sentada en mí y dándome la espalda, pero fue incómodo para ambos y, para ese momento, mi pene se puso flácido.
    
    —¿No te has venido, verdad?
    
    —Aún no —contesté—. ¿Por qué?
    
    —¿Estás seguro?
    
    —Sí. ¿Y si abrimos el agua?
    
    Atziry abrió la llave del agua caliente y se empinó para que continuáramos cogiendo. Por iniciativa propia, agarré el jabón y le enjaboné la espalda y el cabello mientras seguía penetrándola, luego la enderecé para enjabonarle las tetas y el abdomen.
    
    —¡Mmmm sí! Manoséame toda.
    
    Después de eso, enjaboné mis manos y le introduje un dedo en la vagina y lo froté.
    
    —¡Ahhhh! ¡Ay, así fuerte, papi!
    
    Mientras tanto, con mis otros dedos le acariciaba alrededor de sus labios vaginales, incluyendo su clítoris. Luego metí un dedo más en su vagina y la recargué en la ...