1. Parece una putilla cara


    Fecha: 04/12/2022, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... gran supermercado que da servicio a todos los pueblos cercanos y al que con frecuencia voy de compras y también mi vecina.
    
    En conversación con él descubrí que el hotel comparte el parking subterráneo con el supermercado y que los clientes del hotel, con la tarjeta magnética de la habitación, pueden acceder directamente desde sótano hasta la planta de la habitación. Esto me dio una idea para poder tener encuentros discretos con Silvia.
    
    Se entreabre la puerta del baño, pero Silvia no termina de aparecer.
    
    - ¿Te pasa algo, cariño? ¿acaso no te gusta, no te queda bien?, le pregunto.
    
    - “me gusta, me gusta mucho… y además me sienta bien… pero…” dice sin atreverse a salir del baño.
    
    Finalmente cruza la puerta y se presenta ante mí con todo puesto tal como había imaginado.
    
    Lleva puesto un set de tres piezas con fino encaje negro. El sujetador tiene aros y dobles tirantes muy originales que resaltan mucho su pecho.
    
    También viste un liguero con seis elásticos, cierre tipo corsé en la parte trasera y una capa de tul que le da un efecto faldita muy sensual. Para finalizar incluye una tanga de encaje negro con forro interior y las medias negras con efecto encaje. Alrededor del cuello luce una gargantilla de encaje y tul que le da un aspecto muy sofisticado.
    
    Completa el look una melena oscura y un maquillaje muy llamativo y sensual, sobre todo en esos labios rojos que tanto me gustan de Silvia. Está divina y supera mis expectativas.
    
    - “Me siento como una fulana… ...
    ... en serio… ¿quieres verme así?” dice un poco enfadada.
    
    - “me veo muy extraña, con estos ligeros, y estas transparencias, parece que soy una puta de lujo que viene a hacer su trabajo”, añade mientras se mira en los espejos que decoran la habitación.
    
    - “Estas preciosa y muy, muy sexy… toma el papel y goza mientras haces de mujer fatal, da rienda suelta a tus fantasías y dame las satisfacciones que se merece un buen cliente”, le digo mientras le muestro la polla tiesa y gorda.
    
    Poco a poco va aceptando su papel, se mira en el espejo y se encuentra guapa, cada vez se siente o más cómoda con su nueva personalidad y empieza a hacer guiños a su imagen, compartiendo con ella la complicidad de sus movimientos cada vez más atrevidos.
    
    Me encanta ver su evolución, ha pasado de ser la esposa convencional a la mujer dueña de su presente dispuesta a dar rienda suelta a su instinto de seducción y a disfrutar de su cuerpo. Lo celebro pajeándome muy despacito para que pueda comprobar mi debilidad por ella y para dejar intactas todas nuestras posibilidades.
    
    En pocos minutos Silvia se ha transformado, actua y se mueve como una autentica profesional del sexo. Se insinúa, se mueve, pone esas caritas de niña mala que tanto nos gustan, y se toca el cuerpo como una artista.
    
    Gatea por encima de la cama hasta colocarse encima de mi a cuatro patas. Baja la cabeza buscando mi boca, me da un mordisquito en el labio y luego me besa de forma pastosa. Me mordisquea la barbilla, lego me besa el ...