1. Nohemí, dejando atrás la piel


    Fecha: 26/11/2022, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Bolt2112, Fuente: CuentoRelatos

    ... respecto haber eyaculado en su boca y me contó que había tenía una plática con una compañera de ella referente a sexo y quería tener esa sensación del semen salado en su boca, entre otros temas que se podía practicar sexo menstruando, entre otras cosas más, incluyendo sexo anal, que en ese momento no se sentía preparada para practicarlo y lógico las posiciones, pero según ella se sentía torpe ya que no podía visualizar como moverse ya sea yo sobre ella o ella sobre mí.
    
    Reí mientras ella se seguía sonrojando por la situación, pero ya no se escuchaba triste ni frustrada, sonaba impetuosa por seguir probando y molesta porque su esposo no le había dado la oportunidad de satisfacerse.
    
    Le pregunté que, si era tan “cerrado” él y más ella por no buscar su propia satisfacción, como usaba esas micro tangas, a lo que muy seria me dijo… todas (ella, su hermana la molesta y otra más) usamos tangas en casa…, a lo que reí mucho más ya que no entendía si usaba ese tipo de ropa no le interesaba satisfacerse a ella.
    
    En fin empecé a besarla por la espalda y acariciar sus nalgas, le dije que me encantaban que porque siempre iba tan tapada, a lo que su respuesta fue el nombre del compañero que la molestaba que para esas alturas él sabía que ella y yo salíamos y menos la molestaba así que por fin podía vestirse como quisiera, me comento que su esposo como yo y como quien la viera le gustaban sus nalgas, cabe señala que sus hermanas están igual de nalgonas que ella, pero que su esposo ...
    ... era muy celoso y si alguien la veía lo quería golpear, a lo que pensé… si supiera donde estamos en este momento… pero que se sentía complacida conmigo.
    
    Ella seguía hablando y yo no paraba de besarla, me puse entre sus piernas, tomándola de los talones y de un golpe hice para atrás sus piernas, llevando sus rodillas hasta sus orejas encorvando su columna abriendo grandes sus ojos y metiendo mi verga de un golpe a lo que comenté mientras le daba duro… quien te viera, ves cómo eres más flexible de lo que crees… tenía una sonrisa en su boca y yo le seguía dando. La volteaba y al tenerla en cuatro le pregunte… su tu esposo es admirador de tus nalgas, ¿Por qué nunca te puso en cuatro?... a lo cual pude ver su rostro invadido por la duda que desapareció al momento al dejarse llevar por el placer.
    
    Nos metimos a la ducha, caía el agua caliente y yo frente a ella, la tomé por sus nalgas, levantándole una pierna y metiendo mi verga de golpe, mamando sus tetas y ella arañando mi espalda, la quise cargar, pero no me lo permitió argumentando que era muy pesada, seguimos hasta que eyaculé en su conchita, sentía como mi verga se desahogaba dentro de ella y no paraba de besarme.
    
    Salimos de la ducha y nos tumbamos en la cama, platicamos un rato mientras yo la seguía tocando, metía mis dedos en su conchita y empecé a explorar su culo, sacaba mi dedo para chuparlo y solo cerraba los ojos de nervios, se nos había terminado el tiempo, que era hora de partir, pero ese día había sido un gran ...