1. Feliz Melancolía


    Fecha: 25/11/2022, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    He hecho algo tonto. Y no me refiero a mi vida sexual (que también, la verdad), sino a mi pequeña carrera como escritora erótica: resumido, me he permitido publicar cosas que duran más de 15 minutos. Estuve leyendo hace poco sobre la vida sexual del navegante en la web, y el punto es que mucha gente viene buscando sólo un momento rico; no entiendo cómo hay gente que publica exitosas antologías aquí y allá, pero yo, Yuri Laverova, consideraré seriamente convertir mi vida, mis fantasías, y sus híbridos, en mil cristales. Un cristal por historia, una historia por publicación; ven a mí, úsame para tocarte, y vete. Como si me prostituyera, pero no con mi cuerpo, sino con mi alma. Pero... no es prostitución si es gratis, ¿no? ¿Entonces qué es lo que hago aquí?
    
    ¿Cuántos de los hombres que han estado conmigo recuerdan mi nombre? Es decir, ¿el nombre que les di cuando nos conocimos? A muchos de ellos ni siquiera les hablé directamente; solo bailé, reí, chupé, me dejé, cooperé, cobré. Bajo la ducha me acaricié como algunos de ellos lo hacían, como lo hacía mi madre cuando yo era niña (no hablo de incesto, sino de maternidad). ¿Qué tendría ella en mente cuando me criaba? ¿Qué pensaba que sería yo?
    
    Cuando le doy vueltas y vueltas a eso, a veces sola, a veces con uno o más hombres penetrándome y acariciándome sin que yo sepa siquiera cómo se llaman, los clásicos pensamientos de "soy una decepción" pasan por mi mente... pero no son los únicos. Hay otros; y todos se resumen en: es ...
    ... la vida que elegí. Ahora mismo estoy inactiva, así que queda el dilema filosófico de si soy o no una prostituta aquí, sentada en mi cama escribiendo en el portátil mientras el dildo que encendí y puse dentro de mí nubla mis pensamientos lo suficiente como para hacerme creer que alguien querrá leer un relato meditabundo para masturbarse. Pero un soldado es un soldado en la guerra, en el batallón, y en casa: mi madre crió a una puta. Mi padre también; siempre estuvo con ella y aún lo está. Una zorra que reúne en sí tanto a la chica "más fácil que la tabla del uno", hasta la trabajadora nocturna.
    
    Podría odiarme. Ellos podrían odiarme. Pero cada quien no sólo hace lo que quiere con su vida, sino también lo que puede. Y yo (no, corazones, no pienso "culpar" al gobierno o algo así), encontré en ese oficio una forma de sublimarme. De satisfacer mi naturaleza. A la gente a la que lo que más le gusta es descubrir le van bien las ciencias básicas. A la gente a la que le gusta hacer daño y sentirse astuta, le van bien las artes marciales. A la que le gusta fingir, el teatro. A la que le gusta pintar, el arte. A mí me gusta el sexo...
    
    Pero a todas nos gusta el sexo. ¿Todas las mujeres deberíamos ser prostitutas? No. A mí me gusta el sexo casual. La emoción de estar haciéndolo con un desconocido. El riesgo de unirme a las estadísticas médicas de ETS. El placer masoquista de sentir que la sociedad me ve y trata casi como lo más bajo de la sociedad, insultos como pedestales, mientras ...
«1234»