1. Una mujer conoce poco a poco una sexualidad muy diferente


    Fecha: 21/11/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: perrita, Fuente: CuentoRelatos

    Sonia era guapísima. También imbécil. Aunque a decir verdad cualquier chica que saliera con mi hermano mayor me parecía una imbécil, porque solo una imbécil podría aguantar a semejante hombre.
    
    Mi hermano las camelaba, se las follaba, las sacaba todo lo que podía y las terminaba tirando por el retrete.
    
    Sonia le estaba durando más porque es muy difícil secar completamente a una niña rica, pero mi hermano lo estaba intentando a conciencia.
    
    Cuando empezaron mis aventuras con ella me la encontré llorando a moco tendido sentada en mitad del pasillo. Ya había visto a muchas así. Mi hermano la había pedido algo más, un último esfuerzo, un último ejemplo de cuanto lo quería a alguien que ya no podía dar más.
    
    También me fije que seguía siendo guapísima.
    
    -Deberías dejarle. Acabar con todo esto.
    
    Ella se secó como pudó las lágrimas que corrían por sus mejillas.
    
    -Mi hermano es un mierda. No terminó de entender que ven las mujeres en él.
    
    Ella ni contestó ni abrió la boca.
    
    -Vamos – le dije tendiendola la mano. - Haré que te sientas bien.
    
    Ella tardó un momento en entender lo que estaba pasando, pero aceptó mi mano. Sabía, porque me lo había contado mi hermano, que las perras que él desechaba se acostaban con el primero que pasase por ahí.
    
    Y esa vez el primero que pasaba por ahí fui yo.
    
    Sonia supó que la cosa iba en serio cuando se fijó en mi polla. Erecta, dura y de un tamaño colosal.
    
    Me la follé en mi cuarto, como si fuera un puto animal ...
    ... salvaje.
    
    Solo recuerdó un par de cosas de esa primera vez: Que lo disfrute y que ella se entregó completamente a mi.
    
    Mi hermano había regresado de curro cuando salí del cuarto, estaba en la cocina, comiendo. Ella salió un poco más tarde. Ni si quiera se saludaron cuando cruzó la puerta de la calle. Pero eso sí, a mi si que me miró.
    
    -Tres días.
    
    -¿Qué?
    
    -Que te va a llamar en tres días para repetir, como muy tarde.
    
    -Tú alucinas. ¿Sabes lo que acabó de hacerla?
    
    -Hacerla disfrutar como una perra. Estoy orgulloso de ti, hermanito.
    
    -Estás loco. - Me senté a la mesa con él – Como una puta cabra. Aunque la haya echado el polvo de su vida, algo que dudo, ella es una mujer adulta, y yo apenas soy un joven.
    
    -Eso solo lo hace más excitante.
    
    -Y además soy tu hermano. Seguro que me odia. Debe estar arrepintiendose ahora mismo.
    
    -¿De echar un polvazo? ¿De sentir esa cosa tuya dentro de ella? Sí, claro.
    
    Mi hermano terminó su plato.
    
    -Tres días – volvió a repetirme. – Como mucho. En cuanto rompa su orgullo. Y un consejo, si por un casual te llama esta noche, pídela tres cosas: Una fota suya en ropa interior, otra desnuda, y un vídeo masturbándose. De esa manera la convertiras en tu perra para siempre. Si intentas ligártela, la cagarás.
    
    -Estás loco. Ni si quiera tiene mi número de teléfono.
    
    -Sí, si que lo tiene. Se lo di yo
    
    -¿Qué? ¿Por qué?
    
    Mi hermano solo me dedicó una amplía sonrisa mientras se metía en su cuarto...
    
    -¿Tú las tienes? ¿Fotos de desnuda, o ...
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