1. Rutinas


    Fecha: 15/11/2022, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... picha aun le cayera algo de mi leche sobre su espalda. Relajado y satisfecho me fui al cuarto de baño, me lave la picha bien lavada, cogí una toalla y la empape con agua tibia. Volví al dormitorio y con cuidado limpie la cara y el culo de Carmencita. La desate, y ella se echó, derrengada, encima de la cama. Fui a la cocina, cogí una bandeja, dos copas y de la nevera saque una botella de champagne (o cava como quieren los franchutes), un plato con fresas y volví al dormitorio. Carmencita se habia quitado el jersey y el sujetador, estaba en pelota picada, apoyando su espalda sobre tres almohadas con los exuberantes pechazos al aire, mas prominentes por su escorzo, enhiestos, ¡en toda su gloria! ¡Que buena estaba! Si la Maja de Goya la pudiera ver, se moriría de envidia.
    
    Coño Javier, has exagerado, los zurriagazos de verdad me han dolido. Me has pegado como un bestia. ¡Así no vale!
    
    Lo siento Carmencita.
    
    ¡Coño lo siento!, mira como me has puesto el culo cabrito.
    
    Se dio la vuelta y la verdad es que me habia pasado. Tenia marcas de mi correa por todos lados y hasta pequeños cortes. Me dio una enorme pena y compasión ver aquellas deliciosas carnes, que tanto placer me daban, en aquel estado.
    
    Lo siento Carmencita, parece que he perdido el control.
    
    Empece a besar tiernamente las partes doloridas. Me gusta tanto su trasero que a menudo lo beso, acaricio y adoro con mi lengua. Tanto, tanto me gusta, que en mas de una ocasión con mi lengua he invadido su culete, no me ...
    ... da ningún reparo y a ella le gustan mis besos negros. Pero Carmencita enseguida corto mis cariños.
    
    Déjate de besos que ahora no arreglan nada. Coge algo de crema del cuarto de baño y con mucho, mucho cuidado pónmela.
    
    Así lo hice y mientras con todo cuidado ponía la crema volví a pedir mil perdones.
    
    De verdad que lo siento Carmencita, de verdad. Pero te lo he dicho muchas veces que no quiero que te den por culo. Esa maravilla de culazo que tienes es solo para mi y para nadie mas. Todo lo demás esta bien, pero el culo… mío y solo mío. Cuando he visto que te habían dado por culo me he cabreado de verdad.
    
    Acabe de poner le la crema, descorche el champagne y serví las dos copas y le ofrecí copa y fresas. Carmencita comió un par de fresas, tomo un sorbo del champagne y me dijo:
    
    ¿Y te crees que yo no lo se? Pero que coño podía hacer yo. Podías haberme dejado hablar, cabrito, lo que pasa que querías gozar con la correa ¿eh jodio?. Mira, déjame que te cuente lo que ha pasado. Como todos los últimos viernes de mes fui a la Amparo. Primero Amparo me puso con un curita de pueblo que venia a la ciudad a descargar la leche acumulada durante muchos meses. Muy buen chico y muy simpático. Lo hicimos normal sin problemas, se descargo y se fue muy satisfecho a cuidar de su rebaño. Después Amparo me trajo un vejete de mas de setenta años. ¡Pobrecillo! Le debí gustar cantidad porque cuando me vio en pelotas el temblor que tenia le aumento de tal forma que no acertaba la mano con el ...
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