1. Rutinas


    Fecha: 15/11/2022, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... adore.
    
    Me he desviado un poco, volvamos al hilo de la cuestión. Nos llevamos bien, Carmencita es alegre con un gran sentido del humor, buen ama de casa, inteligente y buena conversadora. Juega bien al ajedrez y al bridge los únicos juegos que a mi me interesan. Ella se ha acostumbrado a mi deseo de una vida ordenada y reglamentada y sigue mis métodos (al principio los llamaba manías) procurando siempre satisfacerme. Puedo resumir diciendo que nos entendemos bien y tenemos una relación placida, sin sorpresas, sobresaltos ni angustias. Esto a muchos no les parecerá muy interesante, ni feliz, ni el epitome del matrimonio, pero para mi es de lo mas satisfactorio, rayano en la perfección. Probablemente nuestra relación es mucho mejor que la mayoría de los matrimonios que se casan "locamente enamorados" y a los tres años se están tirando los trastos a la cabeza..
    
    Al entrar en el comedor le di un beso en la mejilla.
    
    Hola chata.
    
    Hola Javier ¿que tal el día?
    
    Bien, bien, sin problemas.
    
    Sin muchos preámbulos nos sentamos a comer. Como todos los viernes teníamos sopa de fideos, filete a la plancha, patatas fritas, vino tinto de la Mancha, naranja y flan. Hay gente a la que le gusta salir a restaurantes para probar cosas nuevas. ¡Los necios! Es porque no saben lo que les gusta, y van a ver si lo encuentran en algún sitio. Yo si que sé lo que me gusta, no tengo que ir a ningún sitio para que un presuntuoso maitre me diga lo que es bueno y lo que me gusta a mi. Hay ...
    ... siete días en la semana, así que Carmencita tiene catorce menús, para la comida y la cena y basta, nos dejamos de pamplinas y "creaciones". Durante la comida charlamos poco, al acabar Carmencita recogió la mesa, sirvió el café y me contó algunos cotilleos que habia oído durante el día, lo caro que estaba el mercado y todas esas cosas que las mujeres cuentan y los maridos tenemos que aprender no solo a soportar sino a escuchar aparentando interés. Acabé el café, mire el reloj, tres menos cuarto, estupendo, tiempo para ir al cuarto de baño. Al salir le di un beso en la mejilla a Carmencita y una palmadita en su espléndido e incitante trasero de yegua madura.
    
    Hasta luego Carmencita.
    
    Recuerda Javier que hoy salgo a cenar con mis primas.
    
    ¡Las mujeres! Es el ultimo viernes del mes, hemos comido fideos y filete a la plancha y ¡se me va a olvidar que como todos los últimos viernes de cada maldito mes sale a cenar con sus primas!
    
    Ya Carmencita, ya lo se. Probablemente estaré durmiendo cuando vuelvas.
    
    Salí del piso, cerré la puerta, mire el reloj: las tres en punto. ¡Como tiene que ser! A paso lento (para bajar el almuerzo), fumando el habano del día, me dirigí a la oficina a donde llegue a las cuatro en punto. Normalmente, por las tardes trabajo de cuatro a siete, pero el ultimo viernes del mes, como Carmencita no esta en casa, me quedo hasta las ocho y media. Así puedo acabar lo que pueda haber pendiente y empezar un nuevo mes sin nada atrasado. También, así impresiono a ...
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