1. Cogiendo con el jefe de mi marido


    Fecha: 28/10/2022, Categorías: Infidelidad Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    Les contaré una historia que pasó en mis tempos de casada, hablo de hace unos 9 años, que fue cuando me divorcié por segunda vez. Cristian y yo ya estábamos en la recta final de nuestro matrimonio.
    
    Y es que cuando las cosas no van bien, pues ya no van bien y se busca más el distanciamiento y forma de terminar con todo.
    
    En esa época yo trabajaba de secretaria en la extinta empresa de Luz, mi marido me metió a trabajar ahí por sus palancas, obviamente yo que fui modelo, edecán y bailarina y más a mis 31 años tenía un físico que idiotizaba a todos en la oficina, eso le molestaba a mi marido, pero no podía hacer nada más que reprimir su coraje en apuestas, alcohol y fiestas, el verdadero motivo del cual nos divorciamos.
    
    Era mediados de junio y teníamos trabajo a full, apenas si me daba tiempo de comer, las cuentas no salían y las personas de arriba estaban desesperadas, finalmente paso lo inevitable la empresa fue cerrada y la mayoría de las personas quedaron sin trabajo incluyéndome a mí y a mi marido, claro que hay quienes tienen negocios y eso no les afectaría, uno de ellos era Rogelio.
    
    Él se convirtió en gerente de la nueva empresa emergente y llamo a mi marido a trabajar con él, pero una tarde recibí una llamada inesperada.
    
    R: ¡Cindy! Me gustaría que habláramos de trabajo.
    
    C: Señor Rogelio, pues dígame donde nos vemos.
    
    R: Te mando la dirección de unas de mis oficinas.
    
    Debo decir que el señor Rogelio para mi gusto no estaba mal, tenía unos cincuenta y ...
    ... tantos años, se notaba de buen físico, tenía una cara de morboso, pero de esas caras que te incitan a ser malvada.
    
    Me puse mi minifalda entallada color negro, mi blusa morada y un saco, que acompañé con unos tacones negros.
    
    Llegue a su oficina que era más un departamento que otra cosa, me recibió una mujer madura y me pido me sentara en un sofá que ahí esperara, yo cruzada de piernas esperaba a Rogelio que salió y no dudo en mirarme de pies a cabeza y que se detuvo en mis muslos que lucían lustrosos con esa minifalda.
    
    R: Hola, ¡bueno pasa!
    
    C: ¡Gracias!
    
    Rogelio empezó a hablarme como el gran empresario que es, honestamente su propuesta de trabajo era buena, más porque estaba a punto de divorciarme y necesitaría ingresos para subsistir.
    
    R: Bueno que te aparece la oferta.
    
    C: Buena, ¡la acepto sin duda!
    
    R: Que gusto, ¡esto merece un brindis! O disculpa olvido que eres casada jajá.
    
    C: No se preocupe, una copa no hace daño.
    
    Saco un brandi y empezamos a tomarlo en las rocas, la plática ya no era de trabajo se tornó algo más personal, hablábamos de nuestra vida, él vivía una etapa monótona en su matrimonio y yo pues le confesé que mi matrimonio terminaría, él no lo podía creer, pero mi declaración hizo que la cosa se tornara más subida de tono.
    
    R: ¡No puedo creer que Cristian te esté dejando ir!
    
    C: Pues así es la vida.
    
    R: ¡Una preciosura como tu es para tenerla contenta y consentida!
    
    C: Pero así son los hombres jajá, ¡no se dan cuenta de lo ...
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